Hoy, Ali Salem Iselmu publica su opinión en EL PAÍS sobre la pesca en las aguas saharauis. Yo, lo reproduzco en el blog.
El acuerdo de pesca entre Marruecos y la Unión Europa es inviable desde un punto de vista económico y político. Primero, no era rentable porque suponía que por cada euro invertido solo se ganaban 65 céntimos; segundo, no respetaba las aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental, cuya soberanía no pertenece a Marruecos, ni repercutía en el desarrollo económico de la población saharaui.
La pesca en las aguas saharauis supone un dilema moral para los Gobiernos y pescadores, porque se trata también de una parte de la población saharaui refugiada en Argelia que no percibe ningún beneficio de los recursos del territorio y vive gracias a la ayuda internacional que recibe desde el exterior.
El acuerdo de pesca suponía, en cierta medida, dar legitimidad a la presencia de Marruecos en el Sáhara Occidental y alejar la solución del conflicto, firmando acuerdos que violan de forma clara los tratados internacionales sobre territorios no autónomos, cuyo estatus final está en disputa y cuya descolonización exige todos los años la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Eurocámara ha examinado la legalidad del acuerdo de pesca y ha llegado a la conclusión de suspenderlo mediante una votación que arrojó un resultado de 326 votos a favor, 296 en contra y 58 abstenciones; de esta forma la Cámara europea ha tenido en cuenta el respeto de los derechos humanos y del medio ambiente.
3 comentarios:
El gran Iselmu. No sé si en febrero se va a llegar a un acuerdo, mientras tanto nos alegramos de la votación.
Un abrazo.
La batalla por la pesca de Marruecos: el Sahara Occidental en juego
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