19 diciembre 2011

Perra vida


Ser padre de atletas no es fácil. Esta misma tarde, por ejemplo, he tenido que dejar lo que estaba haciendo para llevar a mis hijas al entrenamiento. En cierta manera, me vienen bien este tipo de altos en el trabajo, pero me interrumpen. Así que he intentado que ellas valoren mi esfuerzo.
-Algún día os daréis cuenta de lo que estoy haciendo por vosotras. Lamentablemente... será demasiado tarde.
Y casi sin dejarme terminar la frase melodramática, Ana (en la foto) me ha espetado:
-No te preocupes, papá. Ese día compraremos un ramo de flores azules -del color del Capiscol- y las llevaremos a tu tumba.
Perra vida.

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

... y les dirán lo mismo a sus hijos...

joaquina dijo...

Ley de vida! Y gracia enorme la de tu hija Ana.

José María dijo...

Me ha hecho reír. Muy ocurrente la niña. Saludos.

Unknown dijo...

¡Ja, ja, ja! cría hijas y acompáñalas a los entrenamientos para eso... Y espera a que te tengas que levantar a las 3 de la madrugada para ir a buscarlas a alguna disco... esto es más jodido todavía y si no que se lo pregunten a mi marido que es un santo porque cada domingo hacía de taxi. Cuando se sacaron el permiso de conducir fue otra historia... ¡ay! si yo te contara...

José Núñez de Cela dijo...

Quien más y quien menos nos esforzamos y sacrificamos parte de nuestro tiempo en favor de los nuestros, especialmente los hijos (en mi caso es el basket y los madrugones son épicos los fines de semana). Esperar algo a cambio, más allá de su formación/bienestar y cierto cariño/amor correspondido puede resultar en vano. Más vale disfrutar de ello cuando llega.

Saludos

matrioska_verde dijo...

¿Sabes lo del refrán, no?

Cría cuervos y te sacarán los ojos... je je

Tengo una hija de 20 y ahora, muy muy lentamente, voy recogiendo pequeños frutos de todo lo que le fui inculcando de pequeña, no es mucho pero confío que vaya a más.

Lo importante es el fondo de la persona, porque más tarde o más pronto, ese fondo sale a la luz. Estoy convencida.

Preciosa imagen de tu hija. Ella también se esfuerza, aunque de otro modo. A mí me parece que correr es muy sacrificado.

biquiños,