Este fin de semana se ha disputado el Campeonato Provincial de Burgos de Campo a Través, en Aranda de Duero. Mis dos hijas han competido en el Paseo Virgen de las Viñas. María ha quedado campeona en su categoría, pero no ha sido este el asunto que me trae al blog.
La carrera de Ana comenzó con una salida de esas masivas que tienen tanto riesgo. El caso es que se vio envuelta en una caída, y se llevó una de las peores partes
-¡Ánimo, Ana! ¡Levántate! ¡Rápido!
Le grité. Y aunque iba en última posición, y el golpe tenía mala pinta, Ana se levantó... y apretó los dientes.
Cuando finalizó su carrera, fui a felicitarla. No por el puesto, sino por su coraje.
-Te oi gritar, papá, y eso me dio muchas fuerzas.
No os puedo contar lo que sentí en ese momento.
El drama del pueblo saharaui continua con su rutina despiadada. Hoy son 35 días de huelga de hambre los que suman los presos de Gdeim Izik. Tienes detallada información en el blog de Poemario
3 comentarios:
Ni lo intentes. Aún no se han inventado las palabras para describir esa sensación. Esas frases se clavan sin permiso, profundamente y ahí se quedan. De vez en cuando te asomaras a ellas y en esos momentos comprenderás que ha merecido la pena, pues solo los hijos pueden provocar semejante "hachazo".
¡Bien por Ana! Y ¡¡¡enhorabuena a María por haber ganado su carrera!!! Te traigo el babero en unos segundos... Besotes desde allende los mares, M.
felicita a Ana de mi parte por su valentía.
¡Qué importantes son los padres!
Un abrazo.
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