En la muerte de Rodríguez de Viguri
UN CLAMOR EN EL DESIERTO
Por Pablo Ignacio de Dalmases
Conocí a Viguri en 1974. En el entonces Sahara español corrían tiempos de cambio. El Gobierno español, después de años de inactividad, había comprendido que era necesario actuar y daba pasos con el fin de que los saharauis ejercieransu derecho a la autodeterminación. Siguiendo la doctrina del ex ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, se pretendía una salida razonable: transformar la hasta entonces provincia en un Estado independiente que, por su vinculación cultural con España y su relación fronteriza y humana con Canarias, habría de mantener relaciones cordiales con la antigua metrópoli. Con tal objeto, se nombró nuevo gobernador del territorio al general Federico Gómez de Salazar, quien pidió a su amigo y compañero de promoción de Estado Mayor, Rodríguez de Viguri, que le acompañara en la tarea.
Buscaban para ello, entre otras cosas, un periodista joven capaz de dar unvuelco a lo que hasta entonces había sido la información sobre el Sahara, amparada en el inescrutable "secreto oficial". La casualidad hizo posible que conectara con este nuevo equipo y me ofrecieran incorporarme a la Dirección de Radio Sahara, como así fue el 1 de octubre de 1974. A partir de esa fecha empezó mi relación con Viguri, que se convirtió en mi jefe directo, como jefe de la Administración civil que era, en su condición de Secretario General del Gobierno.
Libertad y responsabilidad
Montamos el único periódico que hasta entonces había existido en el Sahara, La Realidad, vi e informé sobre su labor legislativa, cuando promovió en la Asamblea General la aprobación de las bases del régimen autonómico, de la justicia cheránica y del estatuto de funcionarios, fui testigo de que, gracias a él, y a pesar de la reticencias de sus congéneres militares, se graduó la primera promoción de oficiales saharauis de la policía territorial.
Acudía a despachar diariamente con él a última hora de la tarde y fue siempre fiel a la norma de conducta que me fijó desde el principio: "Máxima libertad con máxima responsabilidad".
Como ningún ser humano es inmune al error, Viguri cometió uno: la creación del PUNS, un partido marioneta, que tuvo un final desdichado con la traición de su dirigente, un tal Jalihenna Rachid o Jalihenna Sidi Enhamed Mohamed, que se pasó a Marruecos con el dinero que le había confiado el Gobierno para montar la operación. Rectificó y fue, poco a poco, comprendiendo que el futuro exigía la aproximación al Frente Polisario.
Gracias a ello, en septiembre de 1975 hubo un famoso -y poco antes impensable-encuentro en Mahbes entre el Gobernador Salazar y los representantes del Frente, del que pudo haber salido una vía de futuro si el viraje copernicano del Gobierno de Madrid no la hubiese frustrado con su humillante sumisión a Marruecos y el abandono precipitado del Sahara.
Cuando el Gobierno evacuó el ejército ultramarino y Salazar salió con los últimos soldados del puerto de Villa Cisneros, Viguri quedó en El Aaiún para asegurar la transición y salvaguardar los intereses españoles. Clamó en losperiódicos contra el abandono del Gobierno español y fue destituido de un plumazo por el tándem Arias Navarro-Santiago y Díaz de Mendívil.
Regresó a su casa de Madrid para, jubilado al poco tiempo, entrar en el silencio de la vida civil, con el recuerdo admirado de quienes fueron, poco a poco, descubriendo al hombre tenaz e inteligente que se había jugado con la dignidad de su palabra y la seriedad de su actuación las medallas que muchos aceptaron tras el deshonroso abandono. Su mejor medalla fue el respeto que desde entonces le tributó el pueblo saharaui.
Mundo Negro
Creo que este artículo sobre Viguri es suficientemente aleccionador sobre una de esas personas que han conformado nuestra historia, pero no aparecen en los libros. Sin embargo, hay más, pero eso será mañana.
2 comentarios:
Y no sólo se pasó Jalihenna sino que el secretario llamado Jalifa, se pasó poco tiempo después con el dinero que quedaba en la caja. En fin, unas joyitas los del PUNS.
Leí el libro de Dalmases: Huracán sobre el Sahara y me gustó por el valor testimonial de alguien que vivió los últimos días de la presencia española en el Sahara. Muy recomendable.
Un abrazo.
Creo que es bueno descubrir a personajes de la historia que han sido olvidados y que jugaron un papel muy importante en la historia de España.
Acabo de conocer tu blog y me ha gustado lo que escribes asi que con tu permiso me quedarè por aqui para seguirte.
Te invito a que pases por el mio
un fuerte saludo
fus
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