No se trata de imponer ni la paz ni la democracia. Algunos nos conformamos con detener los crímenes contra la Humanidad. Por eso hoy aplaudo a mi Presidente y a la inmensa mayoría de nuestros representantes.
Y espero que el pueblo libio encuentre su camino, ahora sí, hacia la paz y la democracia, superando las aberraciones que perpetra su aprendiz de caudillo.
3 comentarios:
Casi, casi, coincidimos en el post de hoy.
Un abrazo.
Y, sobre todo, que la coalición sepa cuándo debe pararse.
No estoy a favor de la guerra. Hay muchas otras maneras de frenar a ese payaso.
Perdona mi ausencia, querido Fran, pero no tengo tiempo para nada. Besotes, M.
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