Vuelven a sonar tambores de guerra en el Sáhara (ampliar información). Lo he dicho aquí, y donde me han dejado, en más de una ocasión: una guerra en el Sáhara sería una masacre. Los titulares de los medios medios de comunicación no valen ni una gota de sangre.
También creo que el proceso que se abrió en el 91, y que tantas esperanzas despertó, muy posiblemente esté muerto. Pero la guerra no es la alternativa.
La población saharaui que vive en el territorio bajo dominio marroquí ha marcado el rumbo. Lo ha hecho en los dos últimos noviembres. La respuesta pacífica es la única vía. Nadie dice que sea fácil. Pero la guerra es una quimera que sólo pueden azuzar quienes estén perdiendo el ritmo de su tiempo.
Los enemigos del pueblo saharaui están construyendo una falacia que pretende identificar al pueblo saharaui con el terrorismo islamista. Quienes den pasos firmes que demuestren que los saharauis actúan de manera absolutamente independiente y que el Estado que propugnan no es una amenaza para Occidente, sino una garantía de civilidad, estarán concitando adhesiones y apoyos para su causa. Los de los tambores, hoy conseguirán el aplauso fácil, y mañana... las lágrimas de las madres que han perdido a sus hijos de manera inútil.
El Polisario tiene una ocasión excepcional para demostrar al mundo -una vez más- que su causa es justa y que merece ser apoyada con entusiamo. Pero el tiempo corre de manera inexorable.
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Actualización del 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia
La opinión de Alí Salem Iselmu en EL PAÍS, "El veto francés en el Sáhara Occidental"
10 comentarios:
Tampoco creo que una guerra abierta sea la solución porque entonces los saharauis la perderían por goleada. Mejor la protesta pacífica; va calando poco a poco aunque, desafortunadamente, haya muchos sacrificados y muchas penurias por el camino. Besotes, M.
Lo dije en mi entrada del martes pasado sobre esta cuestión: significaría la extinción de los saharauis como nación posible. ¿Camino buscado por los dirigentes de Marruecos ahora que sería fácil asignarlos, sin más, al integrismo islámico terrorista?
¿Por qué confundir guerra legítima con terrorismo islamista?; no quiero la guerra pero los saharauis saben mejor que nosotros lo que tienen que hacer. Leed por favor la historia del Sahara entre 1975 y 1991, 16 años de guerra y los saharauis no desaparecieron ni salieron perdedores de aquella guerra. conx
He pasado más de 15 años estudiando el conflicto saharaui y soy de la misma opinión que Poemario. ¿Porqué pensais que los saharauis perderían la guerra?, estáis bastante confundidos, tienen capacidad suficiente para incendiar todo el Maghreb, y llevar la inestabilidad al propio territorio marroquí, ya en los años ochenta estuvieron a pocos kilometros de Marrakech.
En el supuesto de llegar a la guerra, la comunidad internacional se vería obligada a actuar definitivamente.
Es cierto que el Polisario no conseguirían derrotar militarmente a Marruecos pero el ejército marroquí tampoco conseguiría la victoria que vosotros preconizais, mucho antes la economía del ocupante saltaría por los aires y el sultán perdería su trono.
Fran no es malo que toquen tambores de guerra y que sepa el enemigo que el ardor saharaui sabra controlarse en la batalla como lo hace en la espera. En otros tiempos muchos tambores tocaron y se logró la victoria antes de empezar la contienda.
No obstante aferrémonos a la paz y estemos al lado nuestros hermanos e hijos sea cual sea la decisión que tomen.
Un saludo solidario
Fran, entiendo que una victoria clara de los saharauis sería muy difícil si Argelia no se implicara directamente en el conflicto y también sé que los saharauis no tienen rival en el desierto que conocen como la palma de su mano. Siempre he sido de la opinión y he practicado aquello de no embrancarme en batallas en dónde no tuviera posibilidades de ganar pero la situación en los Campamentos es muy difícil de controlar. Los jóvenes acudieron a Rabunni demandando la vuelta a las hostilidades en un estallido de indignación popular. Con o sin el Polisario tomaremos los fusiles, decían.
35 años de exilio, de engaños y traiciones, 20 desde el alto el fuego. ¿Se puede pedir más paciencia?
Algunos quizás se avendrían a regresar en el actual status quo para resistir pacíficamente desde dentro pero esta no es la opinión unánime.
La Comunidad Internacional sólo actúa cuando hay muertos sobre la mesa, ocurrió en Irak y ocurrió en Afganistán y en Kuwait. Y parece ser que hay saharauis dispuestos a convertirse en víctimas propiciatorias para que la ONU tome medidas drásticas. O como dice Ana para que Marruecos se desangre económicamente en la defensa del muro y esto provoque su desestabilización que podría arrastrar a Mohamed VI.
Marruecos ha colocado a los saharauis entre la espada y la pared, ya no hay más camino para retroceder: o se defienden o desaparecen olvidados en el desierto. En cierto modo me recuerdan a los numantinos.
No sé qué va a ocurrir, las dos opciones, guerra o paz me producen escalofríos.
Un abrazo.
Me explico. Como sabéis, siempre he mostrado mi simpatía y apoyo a la causa saharaui, pero la coyuntura histórica es muy diferente a la del anterior conflicto bélico: entonces había una guerra fría. Argelia también estaba en una posición muy diferente a la actual.
En estos momentos, la propaganda causaría que se asimilara, sin más, la causa saharaui a la del integrismo islámico terrorista.
Pienso que sería un error un conflicto bélico y que rebajaría las posibilidades de un futuro propio del pueblo saharui.
Comprendo que la situación actual debe ser desesperante para los saharuis, especialmente para los jóvenes, que pueden no ver más futuro que la guerra.
Y condeno la actuación de las potencias internacionales y, singularmente, España que tiene tanta culpa en lo sucedido.
Pero el conflicto bélico sería la solución más fácil para el gobierno marroquí. Eso sí, a la larga terminaría con el régimen actual de este país sin conseguir el objetivo de una nación independiente para el Sáhara. Pero a qué precio todo.
LA GUERRA DEL SAHARA
La República Árabe Saharaui Democrática cuenta con razones históricas, políticas, sociales y culturales más que suficientes para reivindicar los territorios ocupados y para reivindicar, cómo no, la creación de su propio estado.
Pero la RASD se encuentra ante un enemigo político, económico y militar muy fuerte con el que no va a tener más remedio que lidiar con mucha inteligencia.
Su enemigo posee demasiados aliados económicos que a la larga, e incluso a la corta, van a jugar en defensa de sus intereses, y sólo de sus intereses, en la zona en cuestión.
Y aunque no pocos de ellos, de boquilla al menos, se solidaricen con el Pueblo Saharaui, en la práctica van a ofrecer su apoyo a los enemigos de la RASD.
En ese sentido, una guerra convencional de estado contra estado es lo último que puede plantearse la RASD en este momento.
Cuenta con hombres y mujeres muy valerosos y con mucha dignidad, pero con muy poco armamento. De hecho, carece de infraestructuras de todo tipo. Carece de aviación con la que poder incordiar a su enemigo. Carece asimismo de misiles con los que inquietar a sus adversarios. No cuenta con tanques ni dispositivos con los que disparar obuses a más de tres kilómetros... Y carece, como es bien conocido, de fuerza naval con la que poder asediar a nadie por mar.
Los territorios liberados no son tampoco el mejor lugar para atender a fuerza de choque alguna: no disponen de carreteras, ni de cobijos, ni de agua, ni de un mínimo de capacidad de abastecimiento que no sea el procedente de Mauritania. Incluso una Argelia aliada quedaría alejada y siempre mediatizada por Mauritania.
Y en esa situación, iniciar una guerra contra un muro herméticamente cerrado y minado que recorre de norte a sur todo el oeste de los territorios liberados no parecería una estrategia demasiado acertada.
A la RASD no le queda, por tanto, otra salida que plantear algún otro tipo de de guerra: en absoluto una guerra convencional de estado contra estado, y sí, por el contrario, una guerra no convencional donde el protagonismo mayor lo habrían de llevar los territorios ocupados, apoyados siempre por la gente de los campamentos y la de los territorios liberados. Una especie, digamos, de intifada total, no necesariamente armada, pero que no excluyera ningún método de lucha.
Previsiblemente, podría llegar a tener altísimos costes también para el Pueblo Saharaui. Pero sería la única que pudiera concitar la solidaridad no sólo teórica de la sociedad europea en general.
Y no dejaría de ser la única forma de lucha con algún viso de victoria.
Y lo decimos desde la máxima identificación y solidaridad con el Pueblo Saharaui.
¡Sahara libre!
K.S.
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Queridos saharauis.
Creo que llevais cuarenta años de estrategia equivocada. Vuestra sincera alianza con las fuerzas de la progresía española ya vemos cómo ha terminado.
Sólo teneis una salida que impida vuestro exterminio total por parte de Marruecos con la complicidad del PSOE.
Vuestra única esperanza es el pueblo español, que no sus políticos. Sería interesante para vosotros aparecer en las fotos con banderas españolas y reclamar vuestra españolidad.
Por ese resquicio podeis tener alguna esperanza. Hasta ahora no habeis hecho más que equivocaros de aliados.
Saludos y mucha suerte, porque la vais a necesitar.
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Esta mañana he visto y oído unos tambores que sonaban por el Sáhara. Los he puesto en mi blog:
http://aranitacampena.blogspot.com/search/label/S%C3%A1hara
Un saludo
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