Mis hijas son corredoras de fondo ¡Ahí es nada! Practican un deporte que suele ocupar una o dos líneas en los medios impresos y no más de veinte segundos en las teles. Y eso, suponiendo que se cosechen éxitos. Ni a María ni a Ana les importa esa discriminación. Ellas van a lo suyo, entrenan lo más duro que pueden y disfrutan con sus compañeros. Son conscientes de que jamás jubilarán a sus padres con las cantidades millonarias que ganen en su deporte ;-)
Hubo un tiempo en el que pensé que María no tenía ningún futuro en el atletismo. Carece de cualidades. Pero afortunadamente para ella, nadie le dijo que no era capaz. Así que ahí sigue, superándose día a día y demostrándome lo idiota que puedo llegar a ser en algunas ocasiones. Porque en las carreras de fondo, me da la impresión de que el verdadero motor está encima de los hombros.
Tengo que reconocer que disfruto viéndola correr. Conoce sus limitaciones y se esfuerza por superarlas… y jamás pierde esa sonrisa que me cautiva. Sí, ya lo sé, no soy objetivo. Pero cuando dan la salida, sólo quien corre con verdadera fe en si mismo, dejando todo lo demás de lado, es quien va consiguiendo su propia meta. Y eso es lo que más me gusta de María.
Yo he encontrado una manera para ayudar a María. Como sé hacer un blog, le estoy regalando uno a todos los componentes del Capis, su club. Si quieres verlo, pincha aquí. Y no te olvides de una cosa: el verdadero valor está en esos niños y niñas, jóvenes y veteranos que son capaces de, día a día, calzarse las zapatillas y encarar el futuro con optimismo. Todo un ejemplo.
Hubo un tiempo en el que pensé que María no tenía ningún futuro en el atletismo. Carece de cualidades. Pero afortunadamente para ella, nadie le dijo que no era capaz. Así que ahí sigue, superándose día a día y demostrándome lo idiota que puedo llegar a ser en algunas ocasiones. Porque en las carreras de fondo, me da la impresión de que el verdadero motor está encima de los hombros.
Tengo que reconocer que disfruto viéndola correr. Conoce sus limitaciones y se esfuerza por superarlas… y jamás pierde esa sonrisa que me cautiva. Sí, ya lo sé, no soy objetivo. Pero cuando dan la salida, sólo quien corre con verdadera fe en si mismo, dejando todo lo demás de lado, es quien va consiguiendo su propia meta. Y eso es lo que más me gusta de María.
Yo he encontrado una manera para ayudar a María. Como sé hacer un blog, le estoy regalando uno a todos los componentes del Capis, su club. Si quieres verlo, pincha aquí. Y no te olvides de una cosa: el verdadero valor está en esos niños y niñas, jóvenes y veteranos que son capaces de, día a día, calzarse las zapatillas y encarar el futuro con optimismo. Todo un ejemplo.
7 comentarios:
Estimado Francisco,
* como padre con hijo deportista, Enhorabuena,... y a sufrir (con gusto, eso si)
* como ex-atleta, creo que el atletismo es el mejor de los deportes, aunque, precisamente el fondo es, como ya saber perfectamente, de las disciplinas más sufridas
* y por mi esperiencia viendo atletismo, no sé si tus hijas tendrán cualidades excepcionales (aquí el único juez es el crono), pero por la foto que publicas, tienen unas piernas de atleta-atleta.
repito... Enhorabuena.
Un saludo
En la foto, a la izquierda, mi hija María, a la derecha, otra corredora de Cantabria a quien no conozco.
Ya tiene mérito. Es un deporte durísimo se queman los pulmones.
María es un hacha. ¡Enhorabuena! Besotes, M.
He llegado hasta tu blog, a través del de Alicia, Lapices para la Paz. Y la verdad, es toda una alegría encontrar esas palabras tuyas dedicadas a tus dos hijas... unas chicas que además de ser preciosas, con unas prometedoras atletas, todo un orgullo para ti, como persona y, claro esta, también como padre... Mis más sinceras felicitaciones.
Un saludo.
Amor Olomí
Hola soy una chica de 27 años, y no se cómo he llegado hasta aquí.Lo que sí se es que da gusto ver cómo un padre se siente tan orgulloso de sus hijas, es lo lógico pero no siempre ocurre.Yo, al igual que María, practico atletismo de fondo, y bueno tengo algunos handicaps que me hacen más dificil el camino, pero no me impiden mejorar. En la mejora, la superación de uno mismo está la verdadera esencia de este deporte tan bello.Animo a María y saludos a todos.
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