Ayer, EL PAÍS publicó una tribuna firmada por Ahmed Bujari –representante del Polisario ante las Naciones Unidas- en la que defiende que la creación del Estado saharaui contribuirá a la estabilidad en la región y a la seguridad de España. No puedo estar más de acuerdo con esa tesis.
Marruecos agrava su propia inseguridad y la de la vecindad geográfica al perseverar en el prolongado y costoso intento de modificar por la fuerza las fronteras heredadas de la época colonial, que es el principio básico sobre el que descansaba la seguridad y estabilidad del conjunto regional. La propuesta de autonomía que ofrece como la "única solución" al conflicto significa legitimar esa modificación de las fronteras y hacer tabla rasa del principio de autodeterminación para una cuestión de descolonización, sin darse cuenta tal vez de que con ella no hace sino abrir una caja de Pandora dentro del propio Marruecos que haría verídico aquello de ir por lana y regresar trasquilado. Leer completo
Es importante que los dirigentes saharauis se posicionen claramente a favor de la legalidad internacional y desbaraten los argumentos intoxicadores que pretenden presentarles como el “coco” de la región. Ahmed Bujari, con ese lenguaje sencillo que tanto se agradece, y aportando hechos, argumenta unas opiniones difícilmente rebatibles.
Sin embargo, Marruecos sigue encastillado en posiciones que vulneran la legalidad y que hacen infructuosas las conversaciones para la resolución pacífica del conflicto. Hoy mismo, es Ignacio Cembrero, también desde las páginas de EL PAÍS quien nos informa sobre el fracaso del último encuentro que finalizó este jueves en Armonk (Nueva York). Marruecos se niega, incluso, a que la ONU supervise el respeto a los derechos humanos en el Sáhara.
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, pero para quienes busquen la luz sólo una pregunta: ¿No es absolutamente anacrónico que la MINURSO sea la única misión de Naciones Unidas que carece de competencias para la observancia del respeto a los derechos humanos más básicos? La presión de la comunidad internacional debe hacer que finalice ese anacronismo esperpéntico de una vez por todas.
Marruecos agrava su propia inseguridad y la de la vecindad geográfica al perseverar en el prolongado y costoso intento de modificar por la fuerza las fronteras heredadas de la época colonial, que es el principio básico sobre el que descansaba la seguridad y estabilidad del conjunto regional. La propuesta de autonomía que ofrece como la "única solución" al conflicto significa legitimar esa modificación de las fronteras y hacer tabla rasa del principio de autodeterminación para una cuestión de descolonización, sin darse cuenta tal vez de que con ella no hace sino abrir una caja de Pandora dentro del propio Marruecos que haría verídico aquello de ir por lana y regresar trasquilado. Leer completo
Es importante que los dirigentes saharauis se posicionen claramente a favor de la legalidad internacional y desbaraten los argumentos intoxicadores que pretenden presentarles como el “coco” de la región. Ahmed Bujari, con ese lenguaje sencillo que tanto se agradece, y aportando hechos, argumenta unas opiniones difícilmente rebatibles.
Sin embargo, Marruecos sigue encastillado en posiciones que vulneran la legalidad y que hacen infructuosas las conversaciones para la resolución pacífica del conflicto. Hoy mismo, es Ignacio Cembrero, también desde las páginas de EL PAÍS quien nos informa sobre el fracaso del último encuentro que finalizó este jueves en Armonk (Nueva York). Marruecos se niega, incluso, a que la ONU supervise el respeto a los derechos humanos en el Sáhara.
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, pero para quienes busquen la luz sólo una pregunta: ¿No es absolutamente anacrónico que la MINURSO sea la única misión de Naciones Unidas que carece de competencias para la observancia del respeto a los derechos humanos más básicos? La presión de la comunidad internacional debe hacer que finalice ese anacronismo esperpéntico de una vez por todas.
2 comentarios:
Francia ha impedido -con su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- que el mandato ampliado de la MINURSO ésta pueda vigilar el respeto a los derechos humanos en los campamentos de refugiados. Sí, Marruecos también ha rechazado esta opción en numerosas ocasiones, pero era esperable su actitud ya que ni siquiera en sus territorios propios se respetan esos derechos humanos para con sus ciudadanos.
La renovación del Consejo de Seguridad de la ONU es algo demandado desde hace varios años desde las organizaciones sociales y algunos gobiernos; porque es necesario un Consejo de Seguridad operativo y democrático.
Me parece que en el Pentágono no piensan igual, querido Francisco...
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