Hoy domingo, DIARIO DE BURGOS publica mi opinión. Como algunos CAMINANTES no podéis leerlo en la Red ni en papel, he pensado que no tengo derecho a privaros de la oportunidad de deleitaros con este novedoso artículo ;-) así que lo subo al blog. Aquí lo tenéis.
En estos días, unos 8.500 embajadores saharauis llegan a España, un centenar a Burgos. Son niñas y niños que viven habitualmente con sus familias en un campamento de refugiados asentando en uno de los desiertos más despiadados del planeta: la Hamada argelina. Allí tuvieron que huir sus padres y abuelos cuando España les abandonó inermes ante sus enemigos y allí permanecen ante la indiferencia de la comunidad internacional. Pero no sigamos por ese camino que me caliento y es peor.
Así que cuando veas a uno de estos niños alegres y vivarachos, no descalifiques la labor solidaria que realizan las familias que les acogen, ni la de las asociaciones del pueblo saharaui que consiguen año a año ese milagro que se llama “Vacaciones en Paz”. Piensa que a muchos de ellos les diagnostican aquí enfermedades de fácil curación, defectos en la vista que se corrigen con unas simples gafas, les alejan de una tierra que supera los 50 grados de temperatura en estos días… o simplemente, tienen la oportunidad de pasar un verano divertido.
Y si quieres mostrarte simpático con ellos, salúdales, salam aleikum, seguro que te devolverán una sonrisa. Dales las gracias por ese regalo, shukran, porque esa sonrisa es su tesoro más valioso.
En estos días, unos 8.500 embajadores saharauis llegan a España, un centenar a Burgos. Son niñas y niños que viven habitualmente con sus familias en un campamento de refugiados asentando en uno de los desiertos más despiadados del planeta: la Hamada argelina. Allí tuvieron que huir sus padres y abuelos cuando España les abandonó inermes ante sus enemigos y allí permanecen ante la indiferencia de la comunidad internacional. Pero no sigamos por ese camino que me caliento y es peor.
Así que cuando veas a uno de estos niños alegres y vivarachos, no descalifiques la labor solidaria que realizan las familias que les acogen, ni la de las asociaciones del pueblo saharaui que consiguen año a año ese milagro que se llama “Vacaciones en Paz”. Piensa que a muchos de ellos les diagnostican aquí enfermedades de fácil curación, defectos en la vista que se corrigen con unas simples gafas, les alejan de una tierra que supera los 50 grados de temperatura en estos días… o simplemente, tienen la oportunidad de pasar un verano divertido.
Y si quieres mostrarte simpático con ellos, salúdales, salam aleikum, seguro que te devolverán una sonrisa. Dales las gracias por ese regalo, shukran, porque esa sonrisa es su tesoro más valioso.
1 comentario:
Muy buena tu carta al DB. Gracias por publicarla aquí porque muchos no nos hubiésemos enterado. Ayer, supongo que leíste la carta--en primera plana--que apareció en El País sobre el Sahára. Besotes, M.
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