13 noviembre 2008

Digo vivir


Porque vivir se ha puesto al rojo vivo.
(Siempre la sangre, oh Dios, fue colorada.)
Digo vivir, vivir como si nada
hubiese de quedar de lo que escribo.

Porque escribir es viento fugitivo,
y publicar, columna arrinconada.
Digo vivir, vivir a pulso, airada-
mente morir, citar desde el estribo.

Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro,
abominando cuanto he escrito: escombro
del hombre aquel que fui cuando callaba.

Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra
más inmortal: aquella fiesta brava
del vivir y del morir. Lo demás sobra.

Blas de Otero

Nota al margen

Este sábado, nos reuniremos a las 12 en la plaza de Atocha de Madrid un grupo de mujeres y hombres libres que no estamos dispuestos a permanecer callados. Quienes seguís CAMINANDO ya sabéis para qué, así que no insistiré más.

3 comentarios:

Teresa dijo...

La poesía que introduces en tus entradas nunca me deja indiferente

Merche Pallarés dijo...

Precioso ese poema de Blas de Otero y...tan cierto. Besotes, M.

Francisco O. Campillo dijo...

Bipolar
El día en que estas poesías no sean capaces de tocarnos alguna de nuestras fibras más recónditas... tendré que replantearme el blog.

Merche
Blas de Otero es uno de los faros que iluminan CAMINANDO