05 enero 2008

Diario de Hagunía, V



Lunes, 1 de enero de 2008
Daira de Amgala

Esta mañana, hemos visitado la Escuela para Deficientes Mentales que Castro fundó e impulsa día a día en Smara. Muy posiblemente, estamos ante la primera iniciativa de este tipo que se haya creado en un campamento de refugiados en todo el mundo; una labor admirable. Necesitaba ver el trabajo de Castro y su equipo para compensar la desolación que me ha provocado la visita a los Centros Juveniles que con tanto esfuerzo hemos edificado en la hamada de Tinduf. Un día –ya lejano- Carlos dijo que querría volver aquí para derribar estas construcciones. Que lo hará gustoso en el mismo momento en que nuestros amigos saharauis levanten sus campamentos para regresar a su patria. Y en lo más íntimo de mi ser, comparto la idea de Carlos, porque todos anhelamos que finalice esta provisionalidad de una vez por todas. Pero mientras, cada uno de nuestros proyectos –“Ladrillo a ladrillo” como uno más- deben funcionar para demostrar que la civilidad es más fuerte que el odio y la intolerancia.
Creo que comprendo los motivos, pero me ha causado un profundo dolor ver las imágenes de los saharauis torturados en los territorios ocupados encabezando unos locales en los que pretendemos ofrecer alternativas formativas al ocio de la infancia exiliada. Creo que éste no es el camino, pero esa es sólo mi opinión personal. De lo que no me queda duda ninguna es de que hay una larga senda por recorrer para que nuestros Centros Juveniles merezcan este nombre.

La imagen corresponde al Dr. Buyema Fateh –más conocido como Castro- enseñando a María el Centro de Discapacitados

6 comentarios:

SAHARA RESISTE dijo...

Querido Francisco:
Enhorabuena por el reportaje.
Un fuerte abrazo,
Sahara Resiste

Pedro Ojeda Escudero dijo...

"para demostrar que la civilidad es más fuerte que el odio y la intolerancia"
María no olvidará este viaje. Seguro.

Es lo de menos dijo...

¡Que envidia! ¡Qué experiencia para tu hija! Hoy voy a pedir un deseo, con tu permiso. Ojala dentro de unos años, cuando mi hijo Jose Ramón y mi hija Carmen, tengan la edad de María, sigamos en contacto contigo (o una buena amistad) y podamos pedirte que nos sirvas de guia y de acompañante para llevar a mis hijos a conocer la realidad del pueblo saharaui.

Espero y deseo que se cumpla, sería un placer y algo que creo necesario para la educación de mis hijos.

Un abrazo

Francisco O. Campillo dijo...

eldm

Sabéis que podéis contar conmigo, pero mi deseo íntimo es que más pronto que tarde, los campamentos de refugiados de Tinduf desaparezcan porque se encuentre una solución satisfactoria a este drama.
Sin embargo, con gusto serviré de acompañante a José Ramón y a Carmen en un Sáhara libre y saharaui ;-)

entrenomadas dijo...

Siento rabia y vergüenza cuando pienso en los campamentos de refugiados. Tanto tiempo en una situación tan precaria. Conozco la zona, y además de mi admiración el pueblo saharaui tiene mi apoyo incondicional.

Un abrazo

Francisco O. Campillo dijo...

Entrenomadas

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