Lunes, 1 de enero de 2008
Wilaya de Smara
Anoche, despedimos el año humildemente junto a la familia que nos acoge. Preparé una tortilla de patata –a Yminaya y a María le ha gustado mucho- y comimos las uvas que habíamos llevado desde casa. Llamamos por el móvil a Mariam, a Ana, y al resto de la familia, y a eso de las doce, ya estábamos acostados.
Por la mañana, hemos quedado con Selki, nuestro hombre en el Sáhara. Al vernos, me ha felicitado el año porque él es consciente de la importancia de esta fecha para nosotros. No en vano, pasó catorce años en Cuba estudiando y conoce perfectamente nuestras costumbres. Hoy podremos continuar la conversación que iniciamos la noche pasada, cuando le vi por primera vez.
Hemos cogido un taxi hacia Smara. Mi deseo es visitar la escuela de Castro. De camino a Auserd hemos reventado una rueda. Rápidamente y con gran diligencia, ha sido sustituida y ya estamos en la wilaya de Smara, el campamento que rinde homeje a la ciudad santa.
Wilaya de Smara
Anoche, despedimos el año humildemente junto a la familia que nos acoge. Preparé una tortilla de patata –a Yminaya y a María le ha gustado mucho- y comimos las uvas que habíamos llevado desde casa. Llamamos por el móvil a Mariam, a Ana, y al resto de la familia, y a eso de las doce, ya estábamos acostados.
Por la mañana, hemos quedado con Selki, nuestro hombre en el Sáhara. Al vernos, me ha felicitado el año porque él es consciente de la importancia de esta fecha para nosotros. No en vano, pasó catorce años en Cuba estudiando y conoce perfectamente nuestras costumbres. Hoy podremos continuar la conversación que iniciamos la noche pasada, cuando le vi por primera vez.
Hemos cogido un taxi hacia Smara. Mi deseo es visitar la escuela de Castro. De camino a Auserd hemos reventado una rueda. Rápidamente y con gran diligencia, ha sido sustituida y ya estamos en la wilaya de Smara, el campamento que rinde homeje a la ciudad santa.
1 comentario:
¡Tortilla de patata para celebrar la Nochevieja!
Te envidio. Y no es broma.
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