01 diciembre 2007

Una cuestión delicada

Un navegante anónimo acaba de dejar su comentario en un antiguo post de CAMINANDO. El comentario en cuestión, agradece al pueblo cubano su generosidad, que permite que los jóvenes saharauis puedan completar su formación superior. Esta generosidad tiene el valor añadido de provenir de un pueblo que está sufriendo un prolongado bloqueo económico.

Nuestro navegante finaliza su comentario con estas palabras: (…) larga vida a Fidel y a la revolución Cubana y fuera la globalización y el capitalismo.

Detesto los aspectos más feroces de la globalización, creo que el capitalismo es un modelo francamente mejorable y no le deseo ningún mal a Fidel Castro. Sin embargo, me gustaría que el pueblo cubano –y el resto de los pueblos de la Tierra- pudiese decidir quienes asumen las responsabilidades de gobierno democráticamente y que aquellos que discrepen, puedan hacerlo con absoluta libertad.

Nota al margen
Los regímenes que se mimetizan con su líder tienen una sospechosa tendencia a anular los derechos individuales del resto de la población.

3 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué difícil es dejar el poder a tiempo y permitir que la soberanía popular hable. Qué difícil es mantener las democracias en niveles democráticos. Qué difícil es dejar que todos acertemos o nos equivoquemos con nuestros votos.
Y qué fácil.
Cuba, con la desaparición de Fidel, verá pronto cambios. Espero que allí dejen -los unos y los otros- a los cubanos elegir lo que quieren ser.
Cuántas vueltas y revueltas en el camino tiene nuestra historia, Francisco.
Subscribo frase a frase tu entrada.

Francisco O. Campillo dijo...

Pedro

Y que difícil es decir todo esto cuando sabes que te están leyendo personas que tanto le deben al pueblo cubano, incluso desde la propia Cuba. Pero si no dijese lo que pienso... empezaría a dejar de ser yo mismo.

Gracias-shukran por tus palabras.

Anónimo dijo...
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