Ya estamos ante una nueva edición de la campaña “Un Juguete, Una Ilusión” que promueve la Fundación Crecer Jugando junto a RNE y otras 70 entidades públicas y privadas.
Esta iniciativa solidaria consigue llevar centenares de miles juguetes nuevos a los niños y niñas de los países más desfavorecidos del planeta. Este año -por tercera edición consecutiva- la infancia saharaui exiliada será una de las destinatarias de la campaña. Tu forma de colaborar es muy sencilla: comprar el boli solidario en cualquiera de los establecimientos colaboradores. Muy pronto lo podrás ver en tu hiper habitual, en la tienda de juguetes, en la oficina de Correos Ver puntos de venta
Hace sólo unas semanas, la Organización Juvenil Española repartió 25.000 juguetes y varias ludotecas a toda la infancia saharaui exiliada. En esta ocasión, la campaña “Un Juguete, Una Ilusión” ha llegado a todas las dairas de Tinduf y ha conseguido un gran tesoro: 25.000 sonrisas.
Esta iniciativa solidaria consigue llevar centenares de miles juguetes nuevos a los niños y niñas de los países más desfavorecidos del planeta. Este año -por tercera edición consecutiva- la infancia saharaui exiliada será una de las destinatarias de la campaña. Tu forma de colaborar es muy sencilla: comprar el boli solidario en cualquiera de los establecimientos colaboradores. Muy pronto lo podrás ver en tu hiper habitual, en la tienda de juguetes, en la oficina de Correos Ver puntos de venta
Hace sólo unas semanas, la Organización Juvenil Española repartió 25.000 juguetes y varias ludotecas a toda la infancia saharaui exiliada. En esta ocasión, la campaña “Un Juguete, Una Ilusión” ha llegado a todas las dairas de Tinduf y ha conseguido un gran tesoro: 25.000 sonrisas.
2 comentarios:
¡Apúntame varios!
Te apunto los bolis, Pedro.
Esta misma mañana he ido a la oficina de Correos a comprar postales para felicitar a mis clientes y he visto los bolis. He preguntado qué tal se estaban vendiendo y muy amablemente me han dicho que están saliendo muy bien, así que habrá que darse prisa.
Luego, ya en casa, mi hija Ana me ha dicho que vaya morro un boli a 5 euros. No me ha costado mucho convencerla de que la mayor parte del dinero se destina a fabricar juguetes que se llevarán a los niños y niñas más desfavorecidos. Esta tarde, por cuarto o quinto año -ya he perdido la cuenta- aportaremos nuestro granito de arena a la campaña.
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