A pesar de la moda actual, 14-Z no es una fecha, (ni tan siquiera de zetiembre) sino el número de un DNI. A la gente normal puede parecernos rarito, pero este... digamos, snobismo, lo inauguró el invicto que se reservó para si el número 1, que para eso había ganado una guerra. A partir del 10, les tocaron a los borbones, que en una muestra de estupidez mayúscula, los han mantenido de manera estemporánea.
Pues bien, la titular del 14-Z puede ser alto directivo de una sociedad mercantil acusada de saqueo, pero no tendrá que declarar ante el juez, y la defenderá el fiscal; cosas veredes. O presentará una declaración de Hacienda que no se corresponde con los datos del fisco, y nadie le dirá nada. No te equivoques tú en una trimestral del IVA, que te crujirán las cuadernas. Pero claro, tú tienes un DNI plebeyo, no uno patanegra.
El 14-Z corresponde a Elena de Borbón y Grecia, ya se sabe, todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros ¡Cuánto me acuerdo de Orwell en estos tiempos de zozobra!
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