30 abril 2013

Portazo en el Sáhara

Apoyar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui es abonarse a la decepción Y eso, con suerte, porque existe también la rabia y la impotencia. Sin embargo, en las últimas semanas se había abierto una rendija de esperanza puesto que los Estados Unidos estaban dispuestos a impulsar la ampliación del mandato de la MINURSO para que tuviese competencias en la observancia del respeto a los derechos humanos. Parece que no es mucho pedir.

A veces conviene recordar lo obvio. Hagámoslo con brevedad. El Sáhara Occidental es el único territorio africano pendiente de que su población ejerza el derecho de autodeterminación para concluir su proceso colonial. En este momento, y desde finales de 1975, la mayor parte de lo que fue colonia española está ocupada por Marruecos, y ningún país del mundo reconoce la soberanía del reino marroquí sobre el Sáhara. Naciones Unidas ha enviado una misión especial para que se celebré allí un referéndum que resuelva definitivamente el conflicto. Cumplen el mandato de la resolución 690 de 29 de abril de 1991. Mientras, cada día se denuncian múltiples violaciones de los derechos más básicos, perpetradas por parte de las autoridades ocupantes hacia la población autóctona que reclama la independencia.

Algunos creemos que un paso indispensable para que se avance hacia una solución justa, pasa inexorablemente porque los observadores de la ONU hagan algo básico en cualquier misión de paz: denunciar -ni tan siquiera me atrevo a decir impedir- los delitos contra el derecho de reunión y asociación, manifestación, expresión... ¿Es mucho pedir? ¿Cuál puede ser el argumento para bloquear esta reclamación tan básica? ¿Qué tiene que hacer la ONU si en las puertas de sus instalaciones se apalea a un grupo de civiles?

Pues bien, la MINURSO permanecerá un año más en el Sáhara cultivando su perfil hierático. Mientras, unos pocos seguiremos reclamando que su presencia sirva realmente para algo. Para denunciar los crímenes, por ejemplo ¿Por qué no soñar? para impedir que se cometan otros nuevos; inchalá.

Hoy, ABC informa sobre los disturbios que se producen en el Sáhara ante el desencanto de su población, acceder

1 comentario:

José María dijo...

Papá, ¿porqué somos prosaharauis?