06 noviembre 2012

María, Ana, y la tenacidad en el esfuerzo

Ya ha concluido la trigésimo segunda edición del Circuito de Carreras Populares de Burgos. María y Ana, mis hijas, han participado un año más y han obtenido resultados notables: primera y tercera respectivamente. Así que estoy muy orgulloso de ellas. Pero no por el puesto que han alcanzado, sino porque han competido en todas las carreras. Siempre hay alguna excepción, y Ana no pudo correr en Peñaranda de Duero porque tenía un brazo escayolado. Un par de semanas antes tuvo una mala caída en un quinientos en San Amaro. A eso yo le llamo tenacidad en el esfuerzo. No a la caída, ni al brazo escayolado ¡ojo! Pondré otro ejemplo para que se me entienda mejor.


En la mayoría de esas carreras, tal vez en todas, ha participado un muchacho de unos catorce años. Al principio no me llamó la atención. No tenía nada de especial a primera vista. No es un gran corredor, y a esa edad ya hay algunos que despuntan de manera sobresaliente. Tal vez fuese su aspecto introvertido lo que hizo que sintiese cierta simpatía hacia él. Así que un buen día, mientras le seguía con el zoom de mi cámara, decubrí su secreto: a su manera, mi jovencísmo amigo disfruta con el sufrimiento que provocan las carreras de fondo. Hay gente pa to, que decía el otro.

Y ahora, de manera inconsciente, cuando entra en mi cámara y mientras el caracolillo de ese zoom que me trae a mal traer busca el punto de enfoque, me oigo decir entre dientes ¡aguanta! Porque tengo la certeza que es muy duro continuar sin el estímulo de los triunfos. Y porque creo que cada una de esas carreras en las que se vence a si mismo... le proporcionan unas herramientas que a buen seguro le vendrán bien mañana.

A eso me refería. Por eso procuro no perderme una carrera. Y ahora, tengo que dejar el blog porque llegan mis chicas de su entrenamiento; ha llovido y estarán mojadas ;-)

Mis fotos de la Milla de Peñaranda están aquí; las del Cross de Belorado, aquí; del Cross de San Llorente de la Vega, aquí; del de Villasur de Herreros, aquí; la Milla de Melgar, aquí; la de Pampliega, aquí; la de Barbadillo del Mercado, aquí; la Carrera de Villacienzo, aquí; y la de Medina de Pomar, aquí ¡Uf! ¡Qué cansancio!

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