18 octubre 2011

¿Leccioncitas? No, por favor

No quería escribir sobre este tema... pero no he podido evitarlo. El caso es que ayer se celebró una autodenominada "Conferencia Internacional de Paz" en Donosti-San Sebastián con la pretensión de ponerle punto y final al "conficto armado" que sufre Euzkadi. Curiosamente, las personalidades que, en una tarde, ojito al dato, han trazado las líneas maestras para alcanzar esa paz, no han tenido que viajar en vehículos blindados, ni portar chalecos antibala, ni ser acompañados por escoltas. El lugar fijado para su reunión era conocido de antemano, así como sus horarios. No comprendo cómo han sido tan imprudentes poniendo en peligro sus propias vidas.

Cinismos aparte, ¿alguien les ha explicado a esas personalidades que el presidente del gobierno español, con el aval del Congreso de los Diputados y un inmenso desgaste político, abrió un proceso de negociación con ETA que finalizó cuando la banda terrorista atentó con explosivos contra la T4 provocando dos muertos? ¿Saben quien pone los muertos, los mutilados, los heridos y los secuestrados en este "conflicto"?

Como yo soy burgalés, algunos suponen que no puedo opinar sobre este tema porque es un asunto que solo atañe a los vascos. Pues bien, yo me he despertado sobresaltado, una ya lejana noche, porque una bomba destruyó la Comisaría de Policia de mi ciudad, y otra mucho más reciente, porque volaron la Casa Cuartel en la que, milagrosamente, no hubo muertos, aunque dormían decenas de familias con sus hijos. José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones y paisano mío, padeció 532 días de secuestro en un zulo inmundo. Jaime Mateu, otro burgalés, ha sufrido el asesinato de su padre y de su hermano en acciones terroristas diferentes, aunque ambas con la misma firma: ETA. Carlos Saez, guardia civil burgalés, fue asesinado por ETA en 2009. Podría seguir, pero estos son las datos que recuerdo de memoria. Hay más burgaleses que han sufrido el horror que ha provocado ETA acceder. Y hay madrileños, leoneses, murcianos, catalanes... porque ETA no ha hecho demasiados distingos en este tema y porque las ondas expansivas de las explosiones no conocen de partidas de nacimiento.

Y con todo y con eso, creo que es preciso el diálogo discreto; y considero que la sociedad española deberá ser generosa en un determinado momento. Pero ese momento, no pasa por igualar a las víctimas con sus verdugos. No podemos darle la misma pensión al TEDAX mutilado cuando intentaba desactivar un explosivo, que al terrorista, también mutilado, mientras lo preparaba. No merecen el mismo reconocimiento las familias del político, del periodista, del magistrado, o del fontanero asesinado, que las del asesino, que también han sufrido, teniendo que visitarlo en prisión.

Y además, no creo que personajes como Kofi Annan me tengan que explicar cómo tengo que actuar ante quienes han esgrimido el terror durante 50 años. El señor Kofi Annan puede tener el Nobel de la Paz y la Gaita Incorrupta, pero yo aún recuerdo su sordera ante el terror y la orgía de sangre de 1994, cuando era Secretario General de la ONU. Aquellos aciagos días, entre 500.000 y 1.000.000 de tutsis fueron asesinados por los utus en Ruanda. Eso sí que fue un conflicto de tres pares de cojones, ante el que el señor Annan permaneció impasible el ademán. Y por cierto, ¿qué hizo el señor Annan durante los nueve años de su mandato para imponer la paz en el Sáhara Occidental? Así que leccioncitas, no, por favor. Y no sigo que ya me estoy calentando.

Actualización del 19 de octubre

Elvira Lindo publica hoy una excelente columna sobre este asunto en las páginas de EL PAÍS:

Cabe la posibilidad de que ETA abandone las armas, sí, y pobre de aquel que no se alegre, pero no serán Gerry Adams, Kofi Annan, Jonathan Powell, Bertie Ahern, Pierre Joxe y Gro Harlem Brundtland quienes lo habrán conseguido. Ellos han venido a poner el pie sobre el cuerpo de un moribundo. Ojalá que el Estado no se deje arrebatar el relato de esta triste historia.

Te recomiendo su lectura completa, acceder

Actualización del 20 de octubre

Jorge M. Reverte publica en EL PAÍS "La campaña electoral de Bildu"

Entre tontos, listos, trabajadores y vagos, solo hay cuatro combinaciones posibles. Según narra Hans Magnus Enzensberger en su biografía del general antinazi Hammerstein, el militar consideraba que la especie más dañina para el mundo es la del tonto trabajador. acceder

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Fran. Este es un documental en catalán pero merece la pena visionarlo.
Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

Estoy de acuerdo contigo, querido Fran, esta "Conferencia" ha sido un paripé para que los nacionalistas acérrimos se sientan mejor y así obligar a los etarras a abandonar las armas que es lo que nos interesa a todos. Como son tan "anti-españoles" necesitan una representación internacional para darles lustre. Todo me parece bien si conseguimos que esos desalmados entreguen las armas y acaben de una vez por todas con sus asesinatos. Ahora, no podemos olvidar que bajo el mando de Rubalcaba en Interior ya estaban prácticamente aniquilados. Besotes, M.

Francisco O. Campillo dijo...

Antònia
He visto el documental que recomiendas. Aunque esté catalán, se entiende perfectamente.
Por cierto ¿Cuáles son las facciones en conflicto en Euskadi?
En el caso Sudafricano se trataba de construir un sistema democrático en un territorio donde se violaban los derechos humanos más básicos. En Irlanda del Norte existían diferentes milicias y grupos armados enfrentados entre sí, y la ocupación militar del territorio.
En el País Vasco disfrutan de un gobierno democrático desde hace más de treinta años -avalado mediante referéndum en 1979- que ejerce numerosas competencias, España es un Estado de Derecho que ha sabido castigar adecuadamente las ilegalidades de quienes han rebasado los límites que establece la Ley, incluso cuando lo hacían desde las peanas del poder. No veo ningún paralelismo.
Lo que ocurre es que un grupo, lamentablemente numeroso, de vascos... y vascas, se niegan a aceptar las reglas de juego, y algunos de ellos ha sido capaces de matar para imponer sus puntos de vista totalitarios. Esa es la realidad tal como yo la veo.