Testimonio desde el Sáhara

Copio y pego desde el blog de mi amiga Antónia

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14:30

Ahora mismo acaba de llamarme mi hermana que vive en Andalucía. Ella y su marido están desesperados y asustados: acaban de llamarles del Aaiún ocupado; acaban de entrar en la casa de la familia de mi cuñado. Solo han podido hablar unos breves minutos para contarle, como suelen hacer los saharauis de forma serena y tratando de esconder lo peor, que han entrado en casa de su madre la policía y varios colonos marroquíes, han golpeado a los hombre y se han llevado a su hermana. Se escucharon disparos pero la familia no quiere decir ni contar nada mas. Tienen miedo aunque lo tratan de esconder y para tranquilizar a mi cuñado le han dicho que a su madre no la han tocado. Saquearon la vivienda y rompieron la puerta de entrada. Hace un par de días apedrearon la casa y rompieron la ventana a la vez que quemaron el coche familiar que estaba junto a la casa (todo por ser una familia de saharauis).

Tenemos el corazón en un puño porque solo unas calles más arriba vive mi tía viuda con sus hijas y mi primo, el cual solo hace un par de días se salvó por los pelos (por Ala que dijo mi tía) de morir a manos de un militar que le encañono en el pecho con su arma por ser saharaui y no lo mató por haber varios testigos presentes. ¿En que acabará todo? ¿Cuántos muertos tiene que poner el pueblo saharaui para saciar las ansias de sangre de los colonos y los militares? Llevo varios días con insomnio y mi mujer se ha dado cuenta. Para tranquilizarla le digo que es culpa del exceso de cafeína durante el día, pero la verdad es que ella hoy me dijo que sabe que no es culpa del café y que me entiende y trate de calmarme.

No paramos de darle vueltas a la cabeza y hasta en el trabajo se dan cuenta. Voy a Madrid a manifestarme, y la verdad es que preferiría que nuestro representante el Frente POLISARIO hubiera tomado la decisión de mandar al carajo a la ONU, a la Comunidad Internacional y a todo el que se interponga en el camino. Trato de serenarme y pensar con mente fría, pero qué difícil es, cuando las palizas suenan en tus oídos, y no paras de escuchar la voz al otro lado de la línea telefónica que de manera piadosa te miente diciéndote que todo está bien, que gracias a Ala no pasa nada, que no nos preocupemos, que ya están acostumbrados, si acostumbrados ¿Pero cómo se puede uno acostumbrar a que te humillen te peguen y nadie pueda hacer nada? En mi mente no cabe eso, y sin embargo, cuando estuve en el verano en El Aaiún lo pude ver con mis propios ojos; como te paran en la calle y te interrogan; toda la presencia militar y policial. Pero ingenuo de mi, pensé que se debía al Ramadán. Cuando así lo exprese, mis familiares y amigos sonrieron y me dijeron en voz baja: sí, Salek, será eso que tú dices. Sentí vergüenza e indignación por lo ingenuo de mi forma de pensar.

La rabia cada día crece más, y cada vez que escucho a un político abrir la boca para pedir tiempo y calma, me dan ganas de patear la tele y gritarle ¿QUÉ TIEMPO QUIERES?, ¿NO TE BASTAN CON LOS 35 AÑOS QUE LLEVAMOS ESPERANDO?, ¿CUÁNTOS CADAVERES QUIERES VER?. Pero la respuesta me la dan desde El Aaiún, YA ESTAMOS ACOSTUMBRADOS.

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15:05

Mi hermana ha vuelto a llamarme. Mi cuñado está como loco. Quiere irse a El Aaiún. Lo han vuelto a llamar para decirle que han dejado inconsciente al marido de su hermana y lo han lanzado dentro de un coche como un puto saco de patatas. Su madre está llorando por su hija a la que se han llevado y por su marido inconsciente. La policía y los colonos siguen en la casa. Y yo sin saber que decirle.... Si alguien puede hacer algo que lo haga. Menos mal que estoy escribiendo solo, porque ya no sé como contener las lagrimas.

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Salek Jatri Andala