Bernabé López García no es precisamente sospechoso de ser excesivamente pro-saharaui. Muchas veces sus opiniones han provocado airadas críticas por parte del movimiento solidario a favor del Sáhara. Con todo y con eso, leo sus tribunas con interés. No para encontrarle defectos, sino porque me obliga a replantearme mis propias convicciones. Posiblemente más de uno se sorprenda al leer algunos párrafos que firma en EL PAÍS de hoy. Yo no.
Marruecos va encaminándose hacia una burda dictadura a la tunecina, donde toda disidencia es perseguida. Las críticas que, desde el primer ministro hasta una cohorte de partidos oficialistas, se han cebado en la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) por disentir de la unanimidad forzada en la cuestión del Sáhara (en su reciente congreso se coreó la autodeterminación para el Sáhara), los ataques a las libertades individuales más esenciales cometidas contra los periodistas Ali Amar (uno de los ex directores de la suprimida Le Journal hebdomadaire) y Zineb El Rhazoui (cofundadora del MALI, Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales), las expulsiones de religiosos cristianos por supuestos "delitos" de proselitismo, las censuras cada vez más frecuentes de radios y medios de comunicación por la expresión de opiniones que no pasarían en otros contextos de meras bromas, por poner solo unos ejemplos recientes, deberían ser considerados incompatibles con ese estatuto avanzado que Marruecos pregona como el premio a sus "avances democráticos". Leer completo
Marruecos va encaminándose hacia una burda dictadura a la tunecina, donde toda disidencia es perseguida. Las críticas que, desde el primer ministro hasta una cohorte de partidos oficialistas, se han cebado en la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) por disentir de la unanimidad forzada en la cuestión del Sáhara (en su reciente congreso se coreó la autodeterminación para el Sáhara), los ataques a las libertades individuales más esenciales cometidas contra los periodistas Ali Amar (uno de los ex directores de la suprimida Le Journal hebdomadaire) y Zineb El Rhazoui (cofundadora del MALI, Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales), las expulsiones de religiosos cristianos por supuestos "delitos" de proselitismo, las censuras cada vez más frecuentes de radios y medios de comunicación por la expresión de opiniones que no pasarían en otros contextos de meras bromas, por poner solo unos ejemplos recientes, deberían ser considerados incompatibles con ese estatuto avanzado que Marruecos pregona como el premio a sus "avances democráticos". Leer completo
2 comentarios:
No se entiende lo de Marruecos, la verdad, lo de la expulsión de esa joven, la censura, en fin, y van de "demócratas? Besotes, M.
Marruecos nunca ha sido una democracia pese a los intentos de lavado de cara. Bernabé les está advirtiendo y eso tal vez indique que en la UE se están cuestionando los métodos majzenianos.
Me resulta muy difícil creer en la sinceridad y buena voluntad de Bernie. Creo que intenta recuperar parte del crédito perdido con estos artículos pero yo no me lo creo.
Un abrazo
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