29 junio 2009

El sueño de Rubina


Rubina viajó a Hollywood para recoger un Óscar. Su sonrisa iluminó las pantallas y las ediciones de todos los periódicos del mundo. Luego regresó a su suburbio, Garib Nagar “zona de los pobres”, en la India. Las gentes con el corazón más sensible han denunciado que la pobre Rubina no puede volver a su vida miserable de antes; no después de haber descubierto nuestro maravilloso y lujoso mundo.

Yo veo la sonrisa de Rubina, pero también la cara de las otras dos rubinas que también tienen derecho a una vida digna… aunque no hayan ganado un Óscar.

La foto está escaneada de la edición impresa de
EL PAÍS y es obra de Sajjad Hussain.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¿Cuántas Rubina hay en el mundo? Ahora bien, el mundo que descubrió, ese que vio en California, Los Ángeles, tampoco es el mundo más real que una niña puede conocer, en el mundo no vamos en autos de 250.000 dólares, ni se comen platos de 1000 dólares, ni se alquilan habitaciones de hotel por 500 dólares la noche, ni la gente viste Channel, Armani, o joyas de Tiffani, el mundo es otro, no esa mentira, ni que representa Hollywood, ni Estados Unidos, el mundo es otra cosa y se vive de otra manera. Rubina está más cerca de vivir el mundo real, que los que viven en Hollywood, o acaso la película que firmo no nos muestran las cosas como son, esas que muchos en Latinoamérica vivimos diariamente, como los de África, o de muchos lugares de Asia o Oriente. Claro, Europa también es un mundo y un caso aparte.

Es verdad que es más fácil sobrellevar la pobreza, el hambre, comiendo poco y nada y viviendo en la calle sin jamás haber vivido dignamente, que haber probado las comodidades burguesas del mundo y después perderlas. Una vez que se prueba, nunca más nada vuelve a ser igual, por eso el primero siempre te lo regalan.

Siempre es productivo pasar por acá, uno piensa mucho después.

Un saludo.

HologramaBlanco

Merche Pallarés dijo...

La verdad es que en esa foto se la ve muy feliz... No creo que eche en falta el lujo y los oropeles de Hollywood que son mas falsos que el oro del moro... Besotes, M.

migramundo dijo...

Soy incapaz de ponerme en su lugar porque no conozco ambos extremos, el suyo y el nuestro. Sin embargo, puedo entender que a esa niña le cueste sentirse inocente e indiferente en su vuelta a casa después de comprobar que la miseria del ese mundo descubierto por ella no se parece al que está acostumbrada. Todos preferimos tener agua potable en casa. Saludos.

Teresa dijo...

En el caso concreto de esta niña, me parece vergonzoso que haya sido utilizada así para devolverle luego a su miserable vida.

No nos damos cuenta de que los niños son la esperanza