He esperado unos días a escribir esta entrada y así poder hacerlo sin acaloramiento. Así que voy al grano. En 2004 desarrollamos una campaña de recogida de libros en español destinados a crear bibliotecas en los centros juveniles que estábamos construyendo en los campamentos de refugiados de Tinduf. Así nos lo había pedido Omar Mansur, wali de El Aaiún, unos meses antes. Era una acción más, enmarcada en el proyecto que impulsaba la Organización Juvenil Española, con quien colaboraba en ese momento. Solicitamos donaciones a editoriales, colegios, asociaciones… y al Instituto Cervantes.Un buen día, nos llego una cajita –no más de 3 Kg- que contenía unas revistas descatalogadas y unos panfletos de publicidad. Era la aportación del Cervantes. Mis amigos se indignaron y pensaron que teníamos que denunciar aquella actitud intolerable. Yo, por mi parte, decidí aceptar la donación y publicar allí donde nos quisiesen escuchar que uno de los apoyos de la campaña provenía del Instituto Cervantes, sin citar en ningún caso su ridícula aportación. La “venganza” consistió en asociar nuestra campaña solidaria con esa entidad pública –no olvidemos ese aspecto fundamental- para conseguir notoriedad. Pensé que aquello era más positivo para nosotros y para el objetivo que perseguíamos
Finalmente catalogamos 4.264 volúmenes –más otro millar que no tuvimos tiempo a clasificar- donados casi uno a uno, la mayoría en perfecto estado. Meses después, fundamos la biblioteca de Amgala, una pequeña construcción muy digna que permite leer en nuestra lengua aquellos libros que viajaron en el cuarto centenario de la publicación del Quijote hasta la Hamada de Tinduf. Dos años más tarde, emprendimos otra nueva campaña “Libros libres”, pero esa es otra historia ;-)
En la foto, Omar Mansur durante la reunión que mantuvimos en el centro Olof Palme –campamento de Hagunía- y en la que surgió la idea de la campaña de recogida de libros.
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NOTA del 6 de febrero de 2009
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12 comentarios:
Perdona, pero a mi no se me pasa el acaloramiento por muchos días que pasen.
Desde esa perspectiva tengo que decir que hay muchos hijos de puta por el mundo, y el Instituto Cervantes, por lo visto, tiene que estar lleno.
Gracias, ahora me siento mucho mejor.
Revelador.
Es increible...!
Saludos...!
¡Alucino! Pero, admitámoslo, los "Institutos Cervantes" son parte de la política del Estado. No son instituciones libres. Ahí está la quid de la cuestión. Son la voz de sus amos, desgraciadamente. Besotes, M.
Levantada la censura a la palabra olvido (24/06/2009) en la web de El Día E.
¡Ja, ja ja!
Fran, realmente, Maquiavelo a tu lado, era un simple aprendiz.
Tal vez es lo que deberíamos hacer todos: pedirles ayuda en forma de donaciones y después publicitarlo a bombo y platillo para que otras instituciones se lo traguen y acaben ayudando para "no ser menos" y para ver su logo junto al de IC.
Sí, ya han levantado la censura pero hay comentarios, entre ellos, el de esta que esta escribiendo que faltan.
Son unos cutres que ni tan siquiera saben mantener una decisión. Ahora sí, luego no, ahora sí pero...
¿Esta gente puede dirigir algo?
Un abrazo.
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