Éste es el titular que encabeza la página que dedica EL PAÍS de hoy domingo, y que bajo la firma de Ignacio Cembrero, informa a sus lectores sobre los destrozos que tropas y oficiales de la ONU han causado en pinturas rupestres saharauis que cuentan con una antigüedad de 4000 años.
La denuncia partió inicialmente del arqueólogo catalán Joaquim Soler, de la Universidad de Girona, y aunque había tenido amplio eco en los blogs y páginas de Internet que apoyan la causa saharaui, había pasado prácticamente desapercibida en el resto de medios de comunicación.
“Hasta entonces, Minurso había hecho oídos sordos a las quejas sobre la destrucción del patrimonio formuladas por el Frente Polisario” declara Soler. “La revelación pública cambió todo”, añade satisfecho este investigador que empezó a patear el desierto cuando tenía 20 años.
La denuncia partió inicialmente del arqueólogo catalán Joaquim Soler, de la Universidad de Girona, y aunque había tenido amplio eco en los blogs y páginas de Internet que apoyan la causa saharaui, había pasado prácticamente desapercibida en el resto de medios de comunicación.
“Hasta entonces, Minurso había hecho oídos sordos a las quejas sobre la destrucción del patrimonio formuladas por el Frente Polisario” declara Soler. “La revelación pública cambió todo”, añade satisfecho este investigador que empezó a patear el desierto cuando tenía 20 años.
Desde CAMINANDO, mi reconocimiento a aquellos sitios de la red que denunciaron esta tropelía anticipándose, una vez más, en la información.
Si quieres leer el artículo en la edición digital de EL PAÍS pincha aquí
11 comentarios:
Por unas u otras circunstancias -incluso a aquellos a los que se les supone que van a ayudar-, no vamos a dejar nada intacto a los que vienen detrás de nosotros. Hay cosas que ni siquiera merecemos descubrir para que no acabemos con ellas.
Esta pintada -mutas mutandis- es igual que las que hicieron las tropas de Carlos V en Roma cuando el famoso saco.
Todo se arregla con aumentar la educación y la cultura. La solución es más fácil de lo que se cree. Pero no se quiere.
Hola Pedro, son decenas de pintadas, de rocas con señales prehistóricas rotas; la cueva del diablo, mítico lugar de Tiris, la tierra de los poetas saharauis, destrozado. Es una catástrofe incalculable. La ONU está en teoría para defender el alto el fuego, pero en el Sahara ocupado no hace nada por proteger los derechos humanos y en la zona liberada se dedica a hacer vandalismo.... en fin, una pena.
Somos así: preferimos nuestra inmundicia al valor del pasado. Todavía recuerdo con estupor a dos tipejos con los que tuve la mala suerte de toparme en un viaje a Egipto. Su máxima ilusión fue meterse en el sarcófago de piedra de la pirámide de Keops para hacerse una foto y rascar bien rascada una pintura en una tumba que, sin restaurar, llevaba allí miles de años.
No obstante, también es cierto que seguimos una tradición ancestral. De grafiteros y de sinvergüenzas.
Tres ejemplos de poesía saharaui referida a Tiris, esta tierra herida. Estos son poetas saharauis de la nueva generación, que escriben en español. Pero desde tiempos inmemoriales Tiris, la cueva del diablo y Leyuad han sido inspirador para evocadores poemas de poetas saharauis en hasania.
Galb_Limam Boicha
A mis amigos Isabel y Gonzalo
Me pregunta un viajero
qué significa galb.
Digo yo, por ejemplo,
que Miyek es un lunar
en el vientre de la tierra.
Que Ziza, por ejemplo,
es pecho en lengua bereber,
y que el ala de una duna
puede tocar el mar del cielo.
Digo yo, por ejemplo,
que en los altos picos
de prismáticos amaneceres
-frotando su piel-
hay mucha vida dormida.
Que en la piedra pasajera
hay platillos estacionados,
islas que emergen
desde el océano de la nada.
Un galb puede ser, por ejemplo,
el nombre de una muchacha
esculpida
entre las pestañas de una cueva.
Como Tiris es el ombligo del
Sahara,
Galb es un corazón,
corazón de piedra
Tiris_Luali Lehsan
Quiero huir del vientre
de esta noche ajena.
Dormir un sueño
sin primaveras postergadas,
sin cláusulas de perdón incumplidas,
y despertarme en tu vientre, Tiris.
Espantar la soledad con un abanico
de versos inspirados por tu inmensidad.
Vaciar mi alma en la bondad de tu alma,
repasar la memoria del universo
en la poesía de tus paisajes
y escuchar el eco de tus montañas,
la gloria de tu pasado,
los ruidos de la infancia del mundo,
el galope de una caravana sobre el cristalino rostro
de tus llanuras
y sentir la paz que los dioses cincelaron con bondad
en tu rostro.
Tu rostro de mar al que se le congelaron las olas.
Tiris_Ali Salem Iselmu
Si llegas alguna vez
a una tierra lisa y blanca
acompañada de inmensas estatuas negras
y el andar pasivo de camellos y beduinos,
recuerda que existe una tierra sin amo y sin dueño,
espejo y alma de todo ser inocente.
Vándalos que toman el fresco como decía una compañera de expedición en Tifariti ahora hace un año. O que acuden al aniversario con una pegatina que rezaba: Sáhara marroquí. Cristina se indigna nada más verlos porque dice que en los Territorios Ocupados vuelven la espalda cuando las fuerzas de ocupación maltratan a los saharauis.
¡QUÉ VERGÜENZA!
En este caso -y a pesar de la costumbre de CAMINANDO- permitidme que os agradezca conjuntamente vuestros comentarios.
Y ahora, regreso a la cama a reponerme del trancazo que me tiene valdado.
Te deseo una pronta mejoría. Espero que los virus no te hayan llegado a través de la red porque estamos igual.
Es una pena que se destroce la cultura de un pueblo tan alegremente.
Un saludo
Destruir siempre ha sido más fácil que crear. Las guerras son un buen ejemplo de la incapacidad del hombre moderno para construir diálogos, que el hombre antiguo trenzaba con pintura, por poner un ejemplo al dedo.
Mejórate pronto. Saludos.
P.D. No me he olvidado de la entrevista.
Qué se puede esperar de soldados, dirigidos por jefes militares. Sólo destrucción. Y eso sí, que los países ricos y desarrollados sigan llenando sus arcas con la fabricación de armas de todo tipo. Así va el mundo.
No puede ser....
Este verano, paseando por entre ruinas egipcias ví grafitis de hace años, intemporales, algunos decian que eran graciosos (eran de mitad de siglo) pero a mi me dejaron un gusto agrio por la ignorancia y el poco respeto de la historia.
Esto que muestras es vergonzoso.
Un abrazo.
Publicar un comentario