17 enero 2008

Carrera en la hamada


Algunas veces –sólo algunas veces- es vital correr aunque no sepamos muy bien el destino; para no entumecernos y quedar anquilosados. Y hacerlo con la alegría de aquellos años que nos construyeron como seres humanos únicos e irrepetibles.

6 comentarios:

sahara-deportes dijo...

que bonito, lo que más me gusta es la sonrisa de las niñas

un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

los niños, querido Fran, son los únicos que saben que correr alegremente oxigena el alma

Francisco O. Campillo dijo...

sahara-deportes
La sonrisa que no debemos perder jamás.

Pedro
¿Por qué cuando crecemos olvidamos algunas cosas básicas?

Unknown dijo...

Lo mejor de correr es que algo siempre queda atras, y que siempre se suele ver, al menos, una meta. Puede que no tenga ningun valor llegar a ella, pero su existencia en si, supone una gran diferencia frente a la nada.

Sobre todo, los niños, saben disfrutar de lo sencillo.

Anónimo dijo...

Es maravilloso correr cuando no se tiene prisa

Francisco O. Campillo dijo...

Alberto
Son ellos -los niños- quienes nos muestran la verdadera importancia de lo más sencillo. Es cierto.

Raúl
"... correr cuando no se tiene prisa". Me gusta. Tomo nota.