11 diciembre 2007

11D, doble atentado en Argel


Leo en EL PAÍS –de donde tomo esta foto- que hoy mismo se ha cometido un doble atentado en Argel. La cifra de muertos inocentes ya supera los sesenta. Esta barbaridad parece que es obra de la rama magrebí de Al Qaeda. A estas alturas, ¿alguien duda que sea preciso realizar un esfuerzo internacional para que esa zona no estalle como un polvorín?

Mientras tanto, el pueblo saharaui exiliado en la hamada mantiene su civilidad y sus reclamaciones pacíficas ¿Por cuánto tiempo? No hay que ser ningún profeta para deducir que será muy fácil reclutar suicidas entre los jóvenes más radicales que han nacido en el exilio. Treinta y dos años de absoluto abandono son demasiados años.

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Deseo con todas mis fuerzas que esta vez te equivoques, querido Francisco.

Y basta ya de tanta sangra.

Francisco O. Campillo dijo...

También a mi me gustaría equivocarme. Pero ya se empiezan oir gritos que demandan la guerra en los campamentos de refugidos. Esos gritos provienen de quienes no han conocido esa lacra.
Es mucho más fácil propugnar la violencia que la paz y el diálogo, lamentablemente.

Caelio dijo...

Pues siento ser yo, pero no te has equivocado. Has acertado. Los extremismos se alimentan de la ignorancia, la miseria, el abandono, la pobreza y encuentran el caldo de cultivo en las zonas donde Occidente explota y olvida. Es aquí donde se puede reflexionar y actuar para no cometer errores pasados.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No sé, es como si algunos 2líderes mundiales" (no me refiero sólo a los políticos) necesitaran sembrar el odio para que siempre existan los conflictos y un enemigo.
Qué poco aprendemos de nuestra historia, amigos.

Conx Moya dijo...

En el caso saharaui ni hay ignorancia ni hay extremismo. Hay una tierra ocupada ilegalmente y la ley internacional ampara el derecho a recuperarla. Defendemos la paz pero no se está dejando muchas más salidas.

Francisco O. Campillo dijo...

conxawah
Corren malos tiempos si hasta los poetas tienen dificultad para encontrar la esperanza.