¿Un grupo de niños y niñas –en el exilio- dirigiendo sus propias actividades por procedimientos democráticos en medio del desierto más inhóspito del planeta?… ¿una locura? Probablemente ¡Qué fácil sería alimentar odios, dar argumentos a la intransigencia! Y sin embargo, un colosal esfuerzo de cooperación, de diálogo y de generosidad está haciendo posible este hermoso milagro.
Quienes aportamos lo mejor de nosotros mismos, podemos sentirnos orgullosos de este empeño a favor de la Paz que algún día será liderado por unos niños y niñas –ya mayores- que sabrán construir puentes de entendimiento. Porque precisamente eso es lo que están aprendiendo en este mismo momento.
Quienes aportamos lo mejor de nosotros mismos, podemos sentirnos orgullosos de este empeño a favor de la Paz que algún día será liderado por unos niños y niñas –ya mayores- que sabrán construir puentes de entendimiento. Porque precisamente eso es lo que están aprendiendo en este mismo momento.
1 comentario:
Así parece un pelin idealizado. Además, no das ningun dato y las buenas intenciones se quedan en nada.
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