08 febrero 2014

¿Nos quedamos en el paseillo?

Lo de este país es para mear y no echar gota. Hoy declara la infanta, y la discusión es si hace o no el famoso paseillo. Así nos luce el pelo. A mí me da igual como llegue al juzgado, como si lo hace en procesión y con mantilla. Porque aquí somos mucho de sambenitos, pero me da que poco de justicia. Y lo que nos hace falta es eso, justicia, y no escarnio.
No seré yo quien defienda a doña Borbón -que ya para eso ya tiene buenos abogados y fiscales- ni mucho menos de los que la insulten con la vena del cuello hinchada. Me sumo a la minoría que solo quiere justicia. Para ella... y para todos. Para los que amasan fortunas agasajando a los cargos públicos; para los cargos públicos que aceptan esos regalos; para quienes sufren recortes en prestaciones básicas; para los que trapichean con las indemnizaciones de los parados; para los que amañan las cuentas; para los que son pisoteados por poderes ilegítimos; para los que disparan alegremente con la pólvora del rey... la lista podría seguir, que cada cual sume su anhelo. Yo solo pido Justicia. 

4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sí, nos quedaremos en el paseíllo. Pero esto es una mina contra la institución monárquica. Lenta, pero efectiva. Ya pasó en su día, dos veces.

José Núñez de Cela dijo...

Un ejemplo de cómo desviar la atención sobre lo que realmente es importante.
Justicia sí, pero de la verdadera, de esa que es igual para todos y que hace pagar a quien lo merece.

Saludos!

Antònia Pons dijo...

Suscribo.

Brahim dijo...
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