28 julio 2012

Una reflexión tras la liberación de los cooperantes en el Sáhara

El secuestro de los cooperantes españoles en Tinduf, que ha finalizado con su liberación después de nueve angustiosos meses, debe hacernos reflexionar a todos. Es un tema muy espinoso para quienes apoyamos el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Pero no podemos, por ello, evitar el análisis. Mientras Ainhoa, Rossella y Enric permanecían cautivos, era preciso el silencio respetuoso y la confianza en la acción de nuestras autoridades. Pero ahora, que ya gozan de la libertad, es momento de autocrítica. 
Quien debe hacerlo en primer lugar es el Frente Polisario. Suya es la responsabilidad sobre la seguridad de los cooperantes que permanecen en su territorio. Este lamentable secuestro debe extremar las medidas para que no pueda volver a repetirse en modo alguno. Quienes hemos viajado a la Hamada argelina hemos descubierto a un pueblo hospitalario, orgulloso de su pasado, y con tremendas ansias de libertad. Pero no podemos olvidar ni por un minuto que vive inmerso en un terrible conflicto. El terrorismo puede germinar en unos campamentos donde crece la desesperanza, que es caldo de cultivo para el fundamentalismo. Quienes aspiran a construir un verdadero Estado democrático, deben mostrarse firmes ante esa amenaza. En España, algunos sonrieron con los "chicos de la gasolina"; llevamos más de cincuenta años padeciendo sus barbaridades. Y ojo, el Sahel en su conjunto -que tanta influencia ejerce sobre el Sáhara- está avanzando en un espiral diabólica de inciertas consecuencias.
Por otro lado, las asociaciones de apoyo al pueblo saharaui deben ser más... digamos realistas. No pretendo insinuar que se debe disminuir la cooperación, sino todo lo contrario. Pero algunos olvidan que los campamentos de Tinduf albergan a un movimiento de liberación nacional que se ha enfrentado a un poderoso ejército del que ahora le separa el muro minado más largo del planeta.
Por último, la exigencia constante sobre nuestro gobierno, no puede convertirse en una carta infantil a los reyes magos. Porque perdemos credibilidad y no avanzamos ni un pasito. Una vez más,  es preciso , sí, presionar al gobierno español para que favorezca la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara, pero debemos ser conscientes de que cuando alguien decide -en el uso de su libertad- viajar a los campamentos de refugiados o a los territorios ocupados por Marruecos, nuestras autoridades carecen de competencias para garantizar su seguridad.

Actualización del 29 de julio
Acabo de leer en EL PAÍS esta noticia. Comparto alguno de sus extremos y otros... no. Y espero que el ministerio de Asuntos Exteriores muestre la misma firmeza en la defensa de la legalidad internacional que en la de la seguridad de los cooperantes españoles.
Actualización del 30 de julio
La medida adoptada por el ministerio de Auntos Exteriores provoca la reacción del movimiento solidario a favor del Sáhara; leer noticia en El PAÍS

3 comentarios:

Andrea. dijo...

Aunque coincido en el fondo de la entrada, me permito hacer una sencilla precisión:

El Sahel no ha entrado en una espiral diabólica, simplemente está poblado por diferentes grupos armados, que desde hace décadas se dedican al contrabando de personal, armas, combustibles, ..., hasta de corderos en las fiestas musulmanas más señaladas (más baratos en Mauritania que en Argelia, por ejemplo), y ahora reciben suculentas cantidades de dinero por realizar otro tipo de trabajos.

Investigue en el conflicto de intereses en el norte de África entre Francia y USA, es decir, los movimientos de la inteligencia franco - marroquí, y tendrá muchas más respuestas de las que imagina (atentados en Marraquech, accidentes de aviones militares marroqís, et., etc.).

Un saludo.

Anónimo dijo...

No digo que los saharauis tengan q volver a la guerra o usar el terrorismo (al q nunca han recurrido), pero le recuerdo q el pueblo saharaui está legitimado por la propia ONU al uso de la fuerza para conseguir su derecho de autodeterminación. Y por otro lado, reto a quien sea a q me demuestre qué ventajas han conseguido los saharauis en estos 21 años de alto al fuego, o a que demuestre q las negociaciones con la dictadura marroquí y los fariseos de la ONU valen para algo. Seamos realistas, ni mil manifestaciones, ni mil documentales van a valer para q el pueblo saharaui avance hacia su independencia. Saludos.

Unknown dijo...

Las cosas no siempre son sencillas. En esta partida de ajedrez interminable hay que prever los movimientos del enemigo y no ofrecerle ventajas nunca. Marruecos lo ha intentado por muchos flancos: el caso de Moulud al que quisieron convertir en un Aminetu, la enmienda de CiU que se pudo parar, los acaviteros que no paraban de dar pol saco. Y por fin llegó la jugada maestra: el secuestro de Ainhoa, Rosella y Enric. Unos terroristas que recorren 2000 Km. de desierto para secuestrar a unos cooperantes en un lugar que siempre se había considerado seguro. Todo el mundo puede deducir que si la zona está plagada de militares argelinos y de soldados del ELPS, alguien tuvo que dejarles pasar y que debían saber, exactamente a dónde iban. Con el pretexto de la discreción y la prudencia el asunto se ha llevado de manera muy opaca. Nadie ha dado información de nada: si ha habido rescate, si han habido contraprestaciones, si han habido saharauis implicados, cuántos y quienes y si se les ha aplicado la justicia. NADA, silencio absoluto incluso de los propios cooperantes liberados. El terrorismo político da miedo porque cualquier bomba puede estallar y tú estar en medio pero el terrorismo fundamentalista islámico a mí me da aún más pavor porque puede afectar a cualquiera que esté lo suficiente falto de esperanzas, lo suficientemente desencantado para creer que los españoles y los occidentales somos los culpables de todo y ese discurso se propaga como la mala hierba. España, como tiene mala consciencia, manda a los cooperantes, acoge a sus niños pero en realidad nadie tiene intención de cambiar el status quo: los cooperantes buscan unas vacaciones éxoticas y revolucionarias pagadas y los acogedores somos una pandilla de snobs que no sabemos ni papa del Sàhara y que acogemos solo para demostrar lo buenos y lo guais que somos. Los dirigentes del Frente POLISARIO son una pandilla de dinosaurios que han abdicado de sus principios revolucionarios para aferrarse a unas sillas que les proporcionan prebendas que el resto de refugiados no tienen. Surgen grupitos que desean regenerar la vida política y volver a los orígenes y los que manejan los hilos aprovechan para verter la semilla que germina con rapidez y diría que hasta los medios de subsistencia al margen de los organismos internacionales y no a todos sino a unos cuantos afines que viven mucho mejor que el resto. "No necesitamos proyectos que no sirven para nada" nos dicen, " aquí no estamos para construir una vida sino para fundar un país". "Lo único que importa es volver, marchaos a vuestras casas, no queremos servir de detergente para vuestras consciencias". Saben que sin la cooperación y la ayuda internacional no pueden subsistir y sin embargo no se cortan a la hora de cargar las tintas. Los secuestros de occidentales les proporcionan balones de oxígeno en forma de millones que sin duda han recibido por el rescate. Por su parte los gobiernos occidentales se plantean que no van a seguir pagando porque es impopular y porque si cedes a los chantajes, éstos nunca terminan. Ya tenemos el escenario. Y aquí todos tenemos parte de responsabilidad. Que cada cual asuma la suya. Yo no voy a decir que volveré allí y que no tengo miedo porque lo tengo porque no sé si los encargados de velar por mi seguridad están afectados por el virus porque no sé si entre los visitantes de la jaima o los curiosos hay alguien que está del otro lado porque no sé si alguien piensa que soy una maldita snob y que lo que me pase les importa un pito porque a los españoles no nos ha importado nada la suerte del Pueblo saharaui y si me ocurre cualquier cosa mala suerte. LO SIENTO SI A ALGUIEN MIS PALABRAS LES PARECEN DERROTISTAS O IMPRUDENTES PERO UNA ESTÁ CANSADA DE CALLAR LO OBVIO Y DE DISCURSOS POLÍTICAMENTE CORRECTOS CARGADOS DE BUENISMO.