
Estoy seguro de que lo conseguirá. Como cuando antes de iniciarse una de las carreras más importantes de su vida, saludó uno por uno a sus competidores. Con esa cordialidad austera propia de los castellanos que provienen de Cantabria. Luego, sonó el disparo de salida y supo correr con inteligencia y frialdad. Solo 200 metros antes de la meta derrochó su gran potencial... y ganó. Y un momento después, sonrió.
Creo que ese excelente corredor está ahora enfilando la recta de contrameta. Y a buen seguro, dentro de unas semanas, volverá a disfrutar en el campo y en las pistas.
1 comentario:
Me gusta mucho el tema del atletismo. Siempre he tenido ganas de correr aunque nunca me he animado. Por el momento lo mas parecido que hago es ser una Corredora de Seguros, jaja.
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