05 febrero 2008

Libros desde Valencia

Un nuevo cargamento de 1.236 libros, partirá hacia los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf: En esta ocasión, han sido un grupo de estudiantes valencianos de pedagogía quienes han ideado la campaña, han realizado todo el esfuerzo y han decidido entregar su valioso cargamento al proyecto “Ladrillo a ladrillo – Aidic faidac” que promueve la Organización Juvenil Española junto a la UJSARIO. Para ellos, mi sincero agradecimiento y el reconocimiento a su labor. Porque son estas acciones las que nos ayudan a recuperar la fe en nosotros mismos y en nuestro futuro. A reconstruirnos como seres humanos libres.

Su donación, se sumará a las que hemos reunido durante el año 2.007 y que han permitido incrementar los fondos de la biblioteca que fundamos en Amgala en 2005 y plantearnos la construcción de una nueva en Rabuni. Ya hemos superado los 25.000 volúmenes, conseguidos –uno a uno- por la generosidad de quienes confían en nuestro compromiso.

Y mientras, nuestros representantes políticos dudan entre marear la perdiz indefinidamente y pronunciar declaraciones vacías que no hieran la “sensibilidad” de nuestro vecino del sur, actuando con absoluto desdén hacia el único pueblo árabe que reclama ayuda para mantener una riqueza cultural compartida: nuestra lengua.

P.S. En tierras valencianas, los antepasados del pueblo saharaui y los míos se batieron el cobre hace más de 900 años. Hoy, somos capaces de cooperar unidos. Algo hemos avanzado.

P.S. 2 En cuanto tenga un hueco, me sumergiré en el informe sobre la labor de AMPUSABE a favor de la lengua española en Tinduf, que me envía Pancho, un visitante “pata negra” de CAMINANDO.

10 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué buenas son estas iniciativas, qué buenas.

Disiento cariñosamente en una cosa de tu primera P.S.: quién puede estar seguro de quiénes son los antepasados de los unos y de los otros. Yo, al menos, no. La historia de la gente suele ir por otros caminos que la historia oficial.
Entiendo lo que querías decir, y en eso estoy de acuerdo. Completamente: hay que reforzar los proyectos comunes de cooperación.

Francisco O. Campillo dijo...

Pedro
¡Qué enriquecedor es disentir!
Por cierto, cuando redacté este post, noté un crujido en la parte de los antepasados. Pero lo dejé estar.
Así que acepto la "reprimenda". Porque la verdad, seguro que por mis venas corre sangre de los dos bandos de aquellos combates. Y si no fuese así ¿Qué importa a estas alturas de la película.
Y una confesión: en el caso de la pureza de sangre, yo soy más del "contamíname, mézclate conmigo"

Francisco O. Campillo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Francisco O. Campillo dijo...

El comentario suprimido, estaba duplidado

Anónimo dijo...

Que estos 25. 000 libros representen otros tantos ladrillos que ayuden a construir el puente que una a las dos culturas.
Mi enhorabuena por la iniciativa y el gran resultado conseguido: Utilicemos la cultura para combatir el fanatismo y todo tipo de radicalismo.
Lo de pata negra: elogio inmerecido

Francisco O. Campillo dijo...

Pancho
Estamos haciendo todo lo posible para construir esos puentes. Te puedo asegurar que nos fácil. Pero nos va la marcha.
Sobre lo de "pata negra", insisto.

P.S. Te aseguro que tengo buenos contactos en este blog para que mi opinión gane posiciones ;-)

Anónimo dijo...

Ladrillo a ladrillo, libro a libro... Buenas bases para el progreso. Gran labor. Saludos.

Francisco O. Campillo dijo...

Migramundo

Gracias, shukran, a ti por tus visitas y por tus comentarios

Fran Invernoz dijo...

Qué mejor ayuda que un libro. Estupendo.

entrenomadas dijo...

Me parece terrible, espantoso.
Me pone de mal genio.
Subiré este post en unos días.

Un abrazo