22 enero 2008

La pompa. Por Rosa Montero

Verán, lo siento mucho, pero cada vez que oigo hablar de la Alianza de las Civilizaciones me entra la risa. Y no es que me parezca mal intentar fomentar el conocimiento entre los pueblos, e incluso es posible que las ideas manejadas sean buenas y útiles. Pero tengo un problema de terminología. Porque, como dice Savater, civilización no hay más que una. La cual, por cierto, está compuesta por aportaciones de todas las culturas: por la escritura inventada por los babilonios, por el número cero que concibieron los indios, por el álgebra desarrollada y bautizada (aljabr) por los árabes. De modo que no puede haber ni alianzas ni conflictos entre civilizaciones, sino entre culturas; y lo que se opone a la civilización es la barbarie.

Pero se ve que hablar de un pacto de culturas o algo así (la palabra alianza también es pretenciosa) les pareció que quedaba pobretón. Se ve que querían algo más rimbombante y de mayor tronío. Y desde luego el término escogido es mayestático y hace que todo adquiera un tono ampuloso. Como lo que dijo la vice De la Vega: "Las Civilizaciones no son cerradas ni rígidas, sino porosas y abiertas". ¿A que suena enorme? Para mí, que soy una amante de la ciencia-ficción, es como si me hablaran de la civilización selenita y la venusiana. Es un tono tan elevado que parece galáctico; da la sensación de que la vice va a añadir: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais, atacar naves en llamas más allá de Orión, brillar rayos C en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser", como el replicante de Blade Runner. Ya digo, puede que la iniciativa sea atinada, pero tanta pompa me pone de los nervios.

Como tengo la tonta manía de creer en las palabras veraces, dudo que podamos desarrollar la lenta y humilde tarea de conocer al otro si empezamos con estas grandilocuencias tan vacías.

Esta es la columna la firma Rosa Montero en EL PAÍS de hoy. Todavía conservo la autorización de Rosa para publicar sus opiniones en CAMINANDO, así que, en cierto modo, es una colaboradora de este espacio de la red. En cierto modo ;-)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Discrepo de Rosa Montero en esta ocasión. Civilización se refiere al conjunto de cultura y costumbres de un pueblo; el babilonio -al que ella nombra- formaba la civilización babilonia, por ejemplo. El término civilización no es global ya que ella está hablando de lo que se denomina la "civilización occidental", y precisamente hoy en día entre Oriente y Occidente hay un conflicto creado por diversos intereses (económicos y políticos principalmente) que fomentan los prejuicios contra el otro -el extranjero- y propician que los conflictos dialécticos pasen al escenario del conflicto armado. Otra cosa es que esté de acuerdo con R. Montero en que lo de "Alianza de las Civilizaciones" suene rimbombante y algo ridículo, pero creo que los objetivos que pretende solventar la iniciativa son más importantes que un nombre.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Rosa es una mujer inteligente y una gran columnista. Tiene razón en el concepto de civilización, tiene razón en la crítica terminológica, pero llevar al extremo el argumento tiene un pero: a veces un mal término puede llevar a iniciativas positivas. Habría que animar la idea exigiendo que, a pesar del mal uso del término y su condición publicitaria, se llene de contenido.
O como se decía antes, coger la ocasión por el cabello.

Conx Moya dijo...

Es muy interesante un gobierno que promueve la alianza de civilizaciones y luego vende armas a Marruecos, en concreto lanzadores de bombas de fragmentación.

Desde luego con los saharauis ZP se luZe.

Anónimo dijo...

Buen texo, aunque no esté de acuerdo en todos sus puntos. Para mi lo del nombre es algo secundario, si al final se consigue algo, por pequeño que sea, habrá merecido la pena dar patadas al diccionario.

Francisco O. Campillo dijo...

Yo tampoco estoy totalmente de acuerdo con Rosa Montero. Entonces ¿Por qué subo su opinión a CAMINANDO? Pues precisamente por eso. Porque creo que la confrontación de opiniones nos enriquece a todos.
Y no deja de parecerme una paradoja grotesca que nuestro gobierno pretenda ser protagonista de un nuevo orden mundial cuando es incapaz de favorecer una solución dialogada en el problema saharaui, en el que nuestra responsabilidad es mayúscula.
Gracias a todos por vuestras aportaciones.

Anónimo dijo...

Hola Francisco, soy nuevo comentando en tu blog, pero ya lo conocí hace un tiempo buscando cosas sobre el Sahara. Ahora he llegado hasta aquí por tus comentarios en La Acequia, como he visto la puerta entreabierta me he atrevido a escribir algo sobre el asunto saharaui, espero no molestar.

He leído parte de las entradas de tu blog y me parece un gran mérito personal por tu parte el que estés tan comprometido con el Pueblo Saharaui.
Nosotros en casa estuvimos más vinculados hace unos años, cuando tuvimos a dos niños durante los dos meses de verano, cuatro veranos en total, dentro del programa Vacaciones en Paz. También, como vosotros, fuimos al Sahara en la primavera del 2000, en un viaje que verdaderamente nos marcó al ver la fuerza de un pueblo por sobrevivir en unas condiciones tan hostiles. Ahora seguimos colaborando con las caravanas, rifas y tal, pero ya no tan estrechamente. Bueno, tengo alumnos saharauis y a veces comentamos sobre la situación en los campamentos y perspectivas de futuro.

Con respecto a la situación actual en la zona en lo que respecta a España, pienso que es endiabladamente complicada y difícil de solucionar a corto plazo. Por un lado tenemos a la sociedad civil, incluso gobiernos, que quieren ayudar, de hecho ayudan, al Pueblo Saharaui. Por otro no quieren enemistarse con Marruecos (tampoco con Argelia) por razones obvias: Ceuta, Melilla, Canarias, control emigración, la pesca, distintos intereses económicos… Como se diría vulgarmente “Nos tienen bien agarraos por los huevos”. Los distintos gobiernos tienen que hacer auténtico encaje de bolillos para tratar de no herir susceptibilidades de ninguna de las partes en conflicto, cosa harto complicada si además se le añade el hecho de que Marruecos es el mejor aliado (¿el único?) de los americanos en El Magreb. Si a este cóctel explosivo le sumamos que el Polisario está totalmente en contra de cualquier atisbo de solución que suene a autonomía (propuesto por Marruecos) me temo que tendremos campamentos en Tinduf para rato.

Sin embargo, mientras hay vida hay esperanza, de la buena, que es la que tienen los saharauis por volver algún día a su país. Mientras tanto seguiremos por tu blog los resultados de las conversaciones en USA.

Mi enhorabuena y muy agradecido por encontrar este sitio que apoya a los desheredados
y nos permite manifestar libremente sobre asuntos tan injustos.

Francisco O. Campillo dijo...

Pancho

Gracias, shukran por tus visitas y por tu comentario. Estamos de acuerdo en el conjunto de los planteamientos que expones, y supongo que también en este otro. Por muy compleja que sea la situación, los simples ciudadanos tenemos derecho a presionar a nuestros gobiernos, aunque sólo sea con un blog.
También te agradezco que sigas la situación del pueblo saharaui desde CAMINANDO. Yo por mi parte intentaré no caer en dogmatismos ni en pensamientos únicos que tanto daño hacen al debate.
Un abrazo solidario.