Cerca de 14 millones de marroquíes -quienes se han inscrito en el censo electoral- están llamados hoy a las urnas para elegir el gobierno con más competencias desde la independencia del país en 1956. Éste es, sin duda, un paso hacia adelante en el proceso democratizador de Marruecos.
Cuando un pueblo puede decidir libremente su futuro, yo me alegro. Y mi alegría es hoy doble porque pertenezco al grupo de quienes opinan que la solución para el conflicto saharaui será más viable en un Marruecos verdaderamente democrático. Sin embargo, disiento radicalmente con quienes afirman que la democracia de Marruecos es la solución para el Sáhara. No es solo una cuestión de matices lingüísticos.
La solución para el Sáhara es la celebración del referéndum de autodeterminación auspiciado por Naciones Unidas; así de simple, así de complejo. Y al día siguiente, ingentes dosis de generosidad y habilidad política para que dos poblaciones diferentes, y hoy en día enfrentadas, encuentren un espacio de convivencia y prosperidad. Porque esa generosidad será imprescindible si el resultado del referéndum es cualquier forma de anexión a Marruecos. Pero también si abre la puerta a la creación de un Estado independiente. Un nuevo Estado que deberá dar cobijo a todos aquellos que han visto nacer a sus hijos en esa tierra y que quieran sumar esfuerzos para engrandecerla... y a quienes tuvieron que abandonarla para defender sus más legítimos derechos.
Hoy te invito a leer on-line los últimos números de SHUKRAN, una revista que pretende que un día como hoy, pueda disfrutarlo también el pueblo saharaui, acceder
Hoy te invito a leer on-line los últimos números de SHUKRAN, una revista que pretende que un día como hoy, pueda disfrutarlo también el pueblo saharaui, acceder
No hay comentarios:
Publicar un comentario