Tomado de el editorial de hoy de EL PAÍS:
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El pueblo libio está pagando un precio terrible por intentar librarse del lunático déspota que responsabiliza a Al Qaeda y a jóvenes drogados de la insurrección popular. Y si Gadafi es finalmente derrocado no será gracias a la colaboración decidida de Estados Unidos o Europa, que después de 10 días y varios miles de víctimas siguen deshojando la margarita de lo conveniente. Mientras los libios caen en las calles, se organizan en comités ciudadanos o de resistencia y sus soldados o diplomáticos desertan, Washington, Bruselas y el Consejo de Seguridad seguían ayer enfangados en una bochornosa retórica de admoniciones, discusiones preliminares y propuestas de sanciones todavía pendientes de concretar. Todo lo que la OTAN, reunida ayer de urgencia, está en condiciones de aportar es su contribución logística a la evacuación de extranjeros y la asistencia humanitaria. Leer completo
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Y yo sigo atónito y estupefacto sin encontrar una explicación ante la indiferencia de mis conciudadanos. No pido que se movilicen escuadrones de escudos humanos que se interpongan en el conflicto, ni flotillas, ni ese tipo de iniciativas. Me conformaría con poder sumarme a algún tipo de manifestación que mostrase al pueblo libio nuestro decidido apoyo en su cruenta lucha por la libertad.
1 comentario:
Alguien tendría que salir a la palestra y organizar una movilización en todo el país (como se hizo contra la guerra de Irak) a favor de los libios y de todos los árabes que se están rebelando. Por lo menos que sepan que los ciudadanos les apoyamos moralmente en estos momentos tan cruentos para ellos. Estoy de acuerdo, querido Fran. Besotes, M.
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