03 enero 2011

MAHFOUD ALI BEIBA (1953-2010) IN MEMORIAM


"El heroísmo exige que extendamos nuestros cuerpos como puentes, y decir a nuestros compañeros que atraviesen"

El-Louali Moustafa Sayed (1943-76)

Por Luis BONETE PIQUERAS

Me he enterado por la prensa, a través de una fotografía de una pancarta que he visto en la manifestación que el pasado sábado día 13 tuvo lugar en Madrid contra el genocidio marroquí en el territorio del Sáhara Occidental: Mahfoud Ali Beiba, el líder saharaui y presidente del parlamento saharaui había fallecido en su jaima de los campamentos de refugiados de Tinduf, el pasado mes de julio víctima de un ataque al corazón.

Al principio no daba crédito ¡Cuatro meses han transcurrido desde el óbito y yo no sabía nada de nada! Ha sido un palo enorme porque yo apreciaba muchísimo a Mahfoud. He sentido mucho dolor y nada más comprobar los detalles, lo evidente a través de Google, he rezado una oración por su alma. Ahora que lo pienso mejor, en un momento en el que la enorme tristeza que me embarga aumenta mi dificultad de poder “juntar” letras, más que aprecio, lo que yo sentía y siento por Mahfoud era admiración y un profundo respeto.

Mi primer contacto personal con Mahfoud fue una jornada de otoño de 1.998, en la que James Baker visitó los campamentos como enviado especial del secretario general de la ONU; era un día de horroroso “riehj”. Su amabilidad, su sensibilidad y carácter excepcional, su preocupación por nuestra delicada situación en medio de la hammada con el viento azotándonos y la arena castigándonos horas y horas, se hizo patente cuando con su propio “toyota”, y por propia iniciativa, se encargó de traernos agua suficiente y algún que otro “l’zam” con el que pudimos taparnos y protegernos de la tormenta, logrando que la espera de la llegada del diplomático americano, al campo de Smara en un cómodo y seguro helicóptero, se hiciera un poco más llevadera.

A raíz de aquel encuentro, y sobre todo, con motivo de los preparativos del increíble viaje durante un caluroso verano desértico para la escritura del libro: “Luali, ahora o nunca la libertad”, junto a mi compañero del alma Felipe Briones, tuve la ocasión de conocer mejor a Mahfoud. También cambié impresiones con él durante la celebración del X Congreso del Frente Polisario, asimismo en varias visitas a los campamentos del presidente argelino Bouteflika. Incluso en una ocasión, en una de las ediciones del Sáhara Maratón, recuerdo que me saludó cariñosamente en plena carrera, a mi paso por la wilaya de Ausserd, (procedente de El Aaiún y camino de Smara) de la que era por entonces gobernador. La última vez que le vi vivo, fue precisamente en mi ciudad: en Almansa, hace ya unos dos años, con motivo de una visita institucional que hizo a la ciudad para encontrarse con el alcalde.

Ahora ya no le volveré a ver más. Mahfud se ha marchado para siempre; lo que la enorme traición de los sucesivos gobiernos españoles y las balas marroquíes no pudieron lograr (bien a su pesar de ambos) lo ha conseguido un traicionero e inesperado infarto.

Y siento una pena enorme, no tanto por su muerte, como por el hecho de que precisamente haya sido la “parca” la que le haya privado, tras casi 40 años de lucha ininterrumpida, de su derecho inalienable a poder tomar el té pisando la tierra liberada que le vio nacer: el Sáhara Occidental.

El dirigente saharaui nunca se mordió la lengua a la hora de referirse a asuntos de calado que implican de manera decidida a España en el conflicto del Sáhara. Sin ir más lejos, Ali Beiba aseguraba respecto de la firma del acuerdo tripartito entre Marruecos, Mauritania y España que: “[…]la deuda que España contrajo entonces con el pueblo saharaui está todavía pendiente y lo que hago aquí no es necesariamente culpar a un Gobierno más que a otro, es sólo constatar que la descolonización del Sáhara no se ha completado y este hecho implica directamente a los Gobiernos españoles, a todos. En este sentido, entiendo que las democracias están para solucionar los errores de las dictaduras y por eso, en mi opinión, es más inexplicable que esta parte de la Historia, compartida por España y por el Sáhara, siga aún inconclusa”.

Mahfud Ali Beiba fue uno de los principales líderes fundadores del Frente Polisario y fue miembro de su Comité Ejecutivo, y ocupó tras la muerte de Luali el cargo de Secretario General del Frente Polisario.

Luali Mustafa Seyed cayó en combate el 9 de Junio de 1976. Mahfud ocupó el cargo hasta el el 30 de Agosto del mismo año, cuando el Tercer Congreso General de la Organización, eligió al nuevo Secretario General, Mohamed Abdelaziz.

Mahfud Ali Beiba ocupó varios cargos en el estado saharaui, como primer ministro durante varios gobiernos, ocupó la presidencia del Parlamento Nacional saharaui durante varios años y en su última legislatura hasta su fallecimiento.

Mahfud, fue Primer ministro de la RASD desde 1982 a 1985 y desde 1995 a 1999. Fue Presidente del Parlamento Nacional Saharaui desde 2003 y hasta su fallecimiento; y desde 1997, venia encabezando la delegación Saharaui en las negociaciones con la parte Marroquí en el marco de las Naciones Unidas].

Desde 1997, estuvo presidiendo la delegación saharaui en las negociaciones patrocinadas por las Naciones Unidas entre las partes en el conflicto del Sáhara Occidental, el Frente Polisario y Marruecos.

Fue un destacado patriota de lealtad y dedicación al servicio de su pueblo y su causa nacional, conocido por su compromiso, sabiduría y ecuanimidad.

Descansa en paz.

“La identidad saharaui se ha consolidado y su existencia no se ha podido eclipsar”

Mahfoud Ali Beiba

2 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Pobre, qué palo enterarse cuatro meses despues... Que descanse en paz. Besotes, M.

Unknown dijo...

Un buen artículo que refleja la cortesía y la hospitalidad saharauis que se da desde las familias más anónimas hasta los más altos dirigentes.
Un abrazo.