22 diciembre 2009

Mi análisis sobre el "caso Haidar"

El denominado “caso Haidar” ha finalizado con Aminetu en su casa de El Aaiún junto a su familia. Se mire como se mire ese hecho constituye una victoria sin paliativos por parte de esta activista que, ante los ojos del mundo, hoy encarna la causa saharaui.

El gobierno español cometió un grave error, además de una ilegalidad, al permitir la entrada de Aminetu sin pasaporte. En mi opinión, con ello pretendía prestar un “favor” a Marruecos, pero no calculó las consecuencias de esa torpeza. Al iniciar su huelga de hambre, Aminetu provocó una espiral de declaraciones que pusieron en evidencia la actitud feudal de las autoridades marroquíes… y alguna cosa más. La complejidad de este entramado excede mis capacidades, así que me limitaré a exponer algunas de mis impresiones sin mucho orden ni concierto.

Ha quedado patente la debilidad de nuestra Diplomacia y su incapacidad para transmitir el verdadero resultado de sus gestiones ante la opinión pública. Aunque la oposición se empecine, no se han realizado concesiones. Sin embargo, ese mensaje ha calado entre mis conciudadanos.

Siempre hay quienes arriman el ascua a su sardina. Solo pondré un ejemplo para no cansar: Juan José Ibarretxe envió su mensaje de apoyo a Aminetu equiparando la lucha del pueblo saharaui con la del pueblo vasco (sic). Me agota entrar en ese territorio argumental.

La vigilancia del respeto de los derechos humanos en el Sáhara Occidental no puede dilatarse por más tiempo. Es urgente ampliar el mandato de la MINURSO en este sentido, máxime cuando es evidente que los activistas que residen en el territorio administrado por Marruecos están dispuestos a defender sus derechos más básicos sin regatear esfuerzos.

Internet constituye una valiosa herramienta para difundir la causa saharaui. Infinidad de “creadores de opinión” beben en la fuentes de la Red, aunque sean incapaces de reconocerlo, y de esa manera amplifican el mensaje que otros llevamos –permitidme la inmodestia- construyendo durante años.

Finalmente, la lección que yo quiero destacar de estos 32 días de huelga de hambre de Haidar, es que aún existe una opción para una solución pacífica en el contencioso saharaui. La victoria pacífica –insisto en el adjetivo una vez más- de Aminetu no tiene parangón en los más de cuarenta años de lucha del pueblo saharaui por su independencia. Quienes entonan los cantos de sirena del retorno a las armas, deberán tomar buena nota. Creo que la vuelta a la lucha armada supondría un sacrificio inútil y una torpeza estratégica. Y hoy, después de la lección de Aminetu, lo tengo más claro aún.
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Actualización del 30 de diciembre
Hoy he visto la primera referencia a un sitio de Internet, como fuente de información sobre el drama saharaui, en uno de los denominados medios de comunicación de masas. EL PAÍS informa sobre el mensaje de agradecimiento de Aminetu Haidar por el apoyo que ha recibido, y cita como fuente la web http://www.saharalibre.es/ , uno de nuestros puntos de referencia. Seguimos caminando.
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9 comentarios:

pancho dijo...

Análisis acertado de alguien que conoce de cerca la situación del Pueblo Saharaui.

Ahora que la atención mediática va a desaparecer, vuestra labor en Internet será más necesaria que nunca.

Saludos y mi felicitación por la constancia .

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Excelente análisis. Veamos cómo continúa todo.

Im-Pulso dijo...

Buen post. Felicidades.

Pep dijo...

Compartu tu análisis al 100%
un abrazo y feliz navidad

Pep dijo...

Compartu tu análisis al 100%
un abrazo y feliz navidad

Francisco O. Campillo dijo...

Muchas gracias por vuestras aportaciones.

Y un aviso a navegantes: no os quepa ni la menor duda que seguiremos aquí, casi día a día, defendiendo la causa del pueblo saharaui... mientras contemos con vuestro apoyo ;-)

Anónimo dijo...

El "finalmente" de tu magnífico análisis, Francisco, es el "primeramente". Es verdad: cada vez resonaban con más fuerza entre los saharauis las voces partidarias del retorno a la lucha armada. Incluso durante la huelga de hambre de Aminetu. En la plaza de España un joven saharaui proclamaba su disposición a irse a la trinchera. Y le dijimos: pues si estás dispuesto a eso, aquí tienes tu trinchera: métete en la jaima, y empieza tu huelga de hambre. No lo hizo. Los dirigentes que hablan de guerra lo hacían con cierto sentido común: para galvanizar a una población con una tensión cada vez menor. Pero eso era antes del troiunfo incontestable, y por tantas razones, de Aminetu. Aminetu es, sí, la madre del Sáhara, pero también es el líder que ha faltado desde la muerte de Luali. La pregunta: ¿Y ahora? ¿Reconocerá el Polisario ese liderazgo? ¿Reorientará su estrategia por la vía pacifica y la lucha no violenta? No hay respuesta todavía, pero de esa respuesta depende el futuro.
Gonzalo.

Francisco O. Campillo dijo...

Gonzalo

Por tu comentario, y por tus preguntas finales, tengo la impresión de que compartimos bastantes puntos de vista sobre el drama del pueblo saharaui.

¡Bienvenido a "Caminando"!

P.S. Por cierto, eres bienvenido cuando compartimos puntos de vista... y cuando no lo hagamos ;-)

Anónimo dijo...

Gracias por esa bienvenida, Francisco. Es un gusto compartir, estar tan cerca estando lejos.

Con respecto a tu actualización: es verdad, el Sáhara se ha abierto paso en los medios, pero no acabo de ver una estrategia de alguien dispuesto a recoger esa enorme fuerza positiva. Salvo nosotros, claro: los bloggeros, que actuamos por puro impulso. Necesitamos que alguien lidere un movimiento fuerte, capaz de generar acciones no violentas, de dar respuestas, de ofrecer alternativas y diseñar estrategias. Para forzar al gobierno a apoyar la extensión a los derechos humanos de la MINURSO, por ejemplo.
Tenemos que articularnos, unirnos de una manera efectiva. Porque las estructuras anteriores, como CEAS, se han apagado, y ni siquiera han sido capaces de resucitar en plena crisis de Aminetu. Su fuerza dormida es mucha, pero hay que ponerla en movimiento.
Gonzalo.