Querida y admirada Aminetu: supe ya antes de tratarte que eras una personalidad excepcional. Me lo decía Karin Scheele, nuestra común amiga, antigua diputada austriaca. Luego he comprobado durante años que tu temple y tu carisma es de los mejores que he conocido, ¡y he saludado a muchos líderes mundiales! Ya resalté ese heroísmo en la sesión parlamentaria del 23 de noviembre.
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Hace 35 años, con el mismo espíritu que te defienden tus admirables abogadas canarias, o la asturiana Gema Arbesú, hija de mi compañero Marcelino, cuya última voluntad fue que sus cenizas quedaran en tu tierra saharaui, buscábamos entonces, junto a personas inolvidables, solidaridad para tu pueblo, la declaración de nulidad radical de los vergonzosos Acuerdos de Madrid, y recurríamos la ley que, como un contrasentido, pretendía la descolonización. Supimos siempre que el problema mal cerrado seguiría en el espíritu de España como un estigma.
Han pasado muchas cosas y algunos seguimos en la misma trinchera a vuestro lado, se diga lo que se diga. Te necesitamos, te has convertido en un símbolo de la lucha por los derechos humanos y por la paz. Por favor, atiende la súplica de los que te queremos y admiramos. Haz frente al invasor marroquí desde la vida.
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Antonio Masip, Eurodiputado; en EL PAÍS
4 comentarios:
Gracias,gracias, mil gracias a la valentia de esta mujer con aspecto fragil,pero con una voluntad de hierro,hace falta mil Aminatu Haidar,para que el mundo se acuerda de un pueblo que lleva mas de 35 años viviendo en medio de la nada,un pueblo pacifico por naturaleza,hospitario,amante de la paz,si salva Aminatu, se salvara la dignidad humana,la justicia, la democracia, respeto a los derechos humanos,la semilla de la libertad,y si se muere nadie estara de salvo de las atrocidades del terrorismo de estado que ha estado y estara detras del terrorismo de de las celulas llamadas celulas islamistas.
mohamed
Un abrazo, amigo.
He leido la carta. Estupenda. Muchos besotes solidarios, M.
Subí íntegramente la opinión de Antonio Masip porque la comparto en su casi totalidad... siempre hay que dejar un margen para la discrepancia ;-)
En este caso, yo hubiese evitado la expresión "seguimos en la misma trinchera" porque creo que, al igual que los muros, nos sobran las trincheras. Aún así, estoy de acuerdo en lo fundamental con Antonio Masip, y por eso utilice sus palabras en CAMINANDO.
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