Unha das cousas máis complicadas que existen é atopar o camiño adecuado. É posible que toda a nosa vida teña como obxectivo esa búsqueda.
De entre todas as que atravesan este pequeno planeta, hai unha ruta que está marcada polas estrelas e que termina en Fisterra. Centos de miles, de millóns de peregrinos percorreron ese camiño que vertebrou Europa. A mayoría deles buscábanse a sí mesmos, tal vez sen sabelo. En só uns meses, tres máis sumaránse a esa aventura: dúas nenas que o teñen todo por estrear e alguén que agora está na metade da súa propia viaxe. Pero non adelantemos acontecementos. A paciencia é a mellor compañeira de viaxe e ata o verán aínda hai tempo.
A imaxe está roubada da Rede
Una de las cosas más complicadas que existen es encontrar el camino adecuado. Es posible que toda nuestra vida tenga como objetivo esa búsqueda.
De entre todas las que surcan este diminuto planeta, hay una ruta que está marcada por las estrellas y que finaliza en Finisterre. Cientos de miles, millones de peregrinos han recorrido ese camino que vertebró Europa. La mayoría de ellos se buscaban a si mismos, tal vez sin saberlo. En sólo unos meses, tres más se sumarán a esa aventura: dos niñas que lo tienen todo por estrenar y alguien que ahora está en la mitad de su propia andadura. Pero no adelantemos acontecimientos. La paciencia es el mejor compañero de viaje y hasta el verano hay tiempo aún.
La imagen está robada de la Red.
Este post lo podéis leer en gallego gracias a Guillermo, el editor de uno de mis blogs favoritos: MIGRAMUNDO.
De entre todas as que atravesan este pequeno planeta, hai unha ruta que está marcada polas estrelas e que termina en Fisterra. Centos de miles, de millóns de peregrinos percorreron ese camiño que vertebrou Europa. A mayoría deles buscábanse a sí mesmos, tal vez sen sabelo. En só uns meses, tres máis sumaránse a esa aventura: dúas nenas que o teñen todo por estrear e alguén que agora está na metade da súa propia viaxe. Pero non adelantemos acontecementos. A paciencia é a mellor compañeira de viaxe e ata o verán aínda hai tempo.
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Una de las cosas más complicadas que existen es encontrar el camino adecuado. Es posible que toda nuestra vida tenga como objetivo esa búsqueda.
De entre todas las que surcan este diminuto planeta, hay una ruta que está marcada por las estrellas y que finaliza en Finisterre. Cientos de miles, millones de peregrinos han recorrido ese camino que vertebró Europa. La mayoría de ellos se buscaban a si mismos, tal vez sin saberlo. En sólo unos meses, tres más se sumarán a esa aventura: dos niñas que lo tienen todo por estrenar y alguien que ahora está en la mitad de su propia andadura. Pero no adelantemos acontecimientos. La paciencia es el mejor compañero de viaje y hasta el verano hay tiempo aún.
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3 comentarios:
Francisco: espero que nos cuentes "fil per randa" todo el camino que deseo que sea placentero. Y que las 2 niñas disfruten de esta aventura.
Un abrazo.
Bo camiño!
Este camino hay que hacerlo solo y sin calzarse las botas.
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