Los Centros Juveniles que promovemos en el Sáhara no se construyen únicamente con el dinero recaudado aquí en España, sino que uno de sus pilares será nuestro Estilo -así, con mayúscula- de hacer las cosas. Este fenómeno es uno de los factores más extraordinarios en un proyecto de cooperación: todos nos enriquecemos mutuamente. Por eso es fundamental lo que hacemos y, más aún, ¡cómo lo hacemos!
En este sentido, mi posición personal es la defensa de las responsabilidades compartidas fruto de decisiones adoptadas en conjunto para posteriormente dividir las diferentes tareas entre los miembros del grupo según sus gustos y sus aptitudes. Un funcionamiento democrático, en el que la información fluya de manera natural y en el que cada uno se sienta co-partícipe de los resultados puede llevarnos a cometer errores puntuales, pero nos aporta una fuerza colosal. Y lo más importante: es la vía más adecuada que conozco para que los jóvenes saharauis encaren una situación dramática que exigirá grandes dosis de generosidad y capacidad de diálogo en un futuro que espero cercano.
En este sentido, mi posición personal es la defensa de las responsabilidades compartidas fruto de decisiones adoptadas en conjunto para posteriormente dividir las diferentes tareas entre los miembros del grupo según sus gustos y sus aptitudes. Un funcionamiento democrático, en el que la información fluya de manera natural y en el que cada uno se sienta co-partícipe de los resultados puede llevarnos a cometer errores puntuales, pero nos aporta una fuerza colosal. Y lo más importante: es la vía más adecuada que conozco para que los jóvenes saharauis encaren una situación dramática que exigirá grandes dosis de generosidad y capacidad de diálogo en un futuro que espero cercano.
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