08 agosto 2013

Crónica de la Eternidad, ¿Bernal o Cortés?

Cortés es uno de mis personajes favoritos, y la obra intitulada "Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España" es, en mi opinión, lo mejor que se ha escrito sobre el conquistador junto a la biografía del mejicano Juan Miralles. Así que cuando me enteré de que se había publicado un libro sobre la autoría de la Historia Verdadera, ya sabía que tendría que leerlo.

Confieso que al principio tenía cierto temor. No estoy para muchas erudiciones impostadas, ni para fuegos de artificio con la pólvora del rey. Pero Christian Duverger ha sabido presentar su atrevida tesis de forma amena, sin por ello perder un ápice de rigor. No es nada fácil, así que reconozcamos su mérito. Hay momentos en los que parece que estamos inmersos en una auténtica investigación policial, en la que Duverger pretende demostrarnos que uno de los más grandes generales de todos los tiempos, fue además el autor de un pilar de la lengua española. Estaríamos hablando de un manuscrito forjado en las noches vallisoletanas (mientras que su sibilino y genial escribidor, por las mañanas trabaja junto a Gómara en la obra "oficial"), que tiene por objeto perpetuar la memoria de la verdad de una epopeya que ensombrece a emperadores, que sufrirá en sus propias carnes heridas destinadas a sustentar reclamaciones torticeras o a corregir el estilo que el primer editor quiso pulir con mala fortuna y peor tino, y que termina siendo encabezado -una vez por fin impreso y después de varios viajes transoceánicos- por la imagen de un rey francés ¿Hay quien dé más?

Que la lectura de la "Crónica de la Eternidad" es muy recomendable, podrá advertirlo el curioso lector puesto que me ha movido de mi natural pereza a escribir este post. Y ya puestos en harina, una hipótesis de mi propia cosecha que ha ido cobrando fuerza según avanzaba en su lectura ¿No estaría motivado Cortés a escribir de su propio puño y letra la Historia Verdadera al descubrir que Gómara era incapaz de conseguir los objetivos que él perseguía? No puedo avanzar un centímetro en esa línea, pero me ilusiona pensar que, de ser cierta, crearía un extraordinario paralelismo con El Quijote. En este caso, me permito recordarle al desocupado lector que la segunda parte del susodicho es aguijoneada por un Avellaneda, y que es esa segunda parte la que le otorga la verdadera dimensión a aquello que, muy posiblemente, comenzó siendo solo un relato breve. Así pues, dos obras que pudieran disputarse el honor de abrir la novela en castellano, surgirían por similares motivaciones: desfacer tuertos, nada más español.

Crónica de la Eternidad
Christian Duverger
Editorial Taurus, 335 páginas + 12 de imágenes

No hay comentarios: