07 junio 2013

En la línea de salida


Como hoy es fiesta en Burgos, estoy de holganza. Y revisando viejas fotos, he visto ésta, de 2007, concretamente del 21 de enero, en la que está mi hija María en la línea de salida. Por aquellos días, el equipo de atletismo de su cole no tenía ni camisetas, así que se ponían un pañuelo verde anudado al cuello para distinguirse. Meses más tarde, la Academia Cyma (la empresa de Mariam) les patrocinó unas que las convirtieron en la "marea amarilla". Gracias a su profe de gimnasia, Alfredo, se sumaron un montón de chavales a este deporte. Me acuerdo muchísimo de Alfredo y de su gran labor. Es uno de esos maestros que aman su trabajo y que tanta falta nos hacen. Pero a lo que vamos.

En el invierno de 2007, María no era de las mejores ni de lejos. Sin embargo, ninguno le dábamos  ni la menor importancia a esa realidad porque lo que queríamos es que hiciese deporte y que disfrutase. Pues bien, aquella misma fría mañana burgalesa fui testigo de un hecho que recuerdo con una asombrosa nitidez. Una amiga de María, con muchas aptitudes para el cross, charlaba con ella, y trataba de animarla.
-No te preocupes, María, yo me quedo contigo toda la carrera, para que no vayas sola. Luego, al final, ya acelero un poco, y remonto puestos para no quedarme tan atrás.
¡Menuda mirada la de María! Parece mentira que unos ojos azules tan claros puedan llegar a mirar de ese modo.

Después de la foto, María apretó los dientes y su amiga no pudo seguirla en ningún momento. Me gustaría decir que ganó la carrera, pero no fue así. Fue mucho mejor: se ganó a si misma y puso la primera piedra en la construcción de una atleta.

No hay comentarios: