08 abril 2012

Al hilo del poema de Günter Grass

Günter Grass acaba de publicar un... ¿poema? en el que fija su posición sobre el conflicto que se está fraguando en Oriente Próximo. Sería fácil atacar a Grass en este caso, pero creo, honestamente, que el haber pertenecido a sus 17 años a las SS no tiene porque descalificarle. Pero si reconocemos la autoridad moral del pensador, también éste haría bien en recordar algunas cositas. No son muchas, la verdad.
Si es cierto que Israel pone en peligro la paz mundial, no lo es menos que muchos de sus vecinos solo entienden el futuro después de la aniquilación de ese diminuto Estado y la de todos sus ciudadanos ¿Qué alternativa les queda a los israelíes -el único espacio verdaderamente democrático de la región-  cuya supervivencia depende día sí y día también de su capacidad de defensa frente a su legión de enemigos?
¿Es admisible amenazar a Irán "solo" porque afirme que pretende fabricar armas atómicas con la única intención de destruir Israel? Contestaré con una nueva pregunta:¿Consideraríamos lícito que las democracias occidentales hubiesen frenado de manera contundente las ansias bélicas de Hitler en vez de mostrarse timoratas y débiles alimentando de esa manera a la hidra? 
Y volviendo al presente, tenemos que reconocer que la complejidad del interminable conflicto de Oriente Próximo es de una dimensión mayúscula. La solución será de su misma magnitud,  y no creo que pueda aceptarse que pase por la equiparación maximalista de fuerzas, o por la asunción de responsabilidades por parte de unos organismos internacionales que han demostrado sobradamente su absoluta inoperancia. Si Israel tiene armas nucleares, también tienen derecho a tenerlas sus enemigos, podría inferirse del pseudo-poema. Pues no. Si la Comunidad Internacional ha cometido errores con Israel, no puede reproducirlos con sus enemigos para lograr esa pretendida equiparación ¿Podríamos, como apunta Grass, conseguir que Israel renuncie al uso de la fuerza? ¿El desarme de Israel no conduciría a su aniquilamiento?
Soy consciente de que es muy difícil defender la posición israelí. Sobre todo, porque ha cometido innumerables errores y una larga lista de delitos, muchos de ellos denunciados por   sus propios ciudadanos. Así que no pretendo ese objetivo. Pero a quienes lanzan sus andanadas demagógicas y bienpensantes, les pediría que, al menos por instante, se pusiesen en la situación de los padres que saben que sus hijos corren el riesgo de ser asesinados cada vez que acuden al colegio. Y que, tan solo por un minuto, se cuestionasen hasta que punto debemos dar cancha a unos tiranos que cuando se ven incapaces de lograr la prosperidad de sus pueblos agitan el espantajo del enemigo exterior. Y ya puestos, se tomen la molestia de identificar en que campo crecen esos tiranos.

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